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Estudios minuciosos que se llevan a cabo en la columna del Ángel de la Independencia para determinar qué tipo de daños tiene; el avance de 30% de las obras de restauración del patrimonio; y el llamado a prevenir porque “en cualquier momento puede volver a temblar” fueron algunos de los temas, preguntas y avances expuestos ayer en el Coloquio Internacional sobre Patrimonio Cultural Dañado por los Sismos.
En el Centro Cultural España se llevó a cabo la primera jornada del coloquio con exposiciones del INAH, de organismos consultores de la UNESCO —ICOMOS e ICOM—, del Colegio de Arquitectos, del Instituto Nacional de Bellas Artes y de las secretarías de Cultura y de Desarrollo Urbano de la Ciudad. Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura no participó.
Aunque en septiembre de 2017 el jefe de Gobierno había informado que no hubo daños en el Ángel de la Independencia, la escultura hoy es objeto de un estudio por parte del Instituto de Ingeniería de la UNAM para determinar daños y establecer qué tipo de intervención requiere.
Así lo detalló a los medios el ingeniero Gilberto Larrauri, subdirector de Conservación del INBA. Dijo que en el Ángel se registraron daños en algunas piezas de cantera y fisuras en el interior, pero que “el monumento está estable. Se le hacen estudios para determinar qué tipo de daños tiene. Especialistas del Instituto de Ingeniería continúan los estudios porque esto se ha ido detectando durante las revisiones realizadas”.
Aclaró que el Ángel no está bajo resguardo del INBA, aunque sí lo tiene registrado como bien artístico, que apoya el estudio, pero que son las autoridades de la ciudad las encargadas de darle mantenimiento: “Hay una estructura metálica al interior del Ángel y se están haciendo los estudios, con radiografías, para precisar daños, si es que los tiene. Tenemos conocimiento que hubo daños menores de piezas de cantera que recubren la columna, y esas se consolidaron el año pasado”.
Gabriela López, coordinadora de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura, alertó de los daños que presenta el templo de San Fernando, en la colonia Guerrero, donde un contrafuerte se fracturó y hay un desplazamiento importante: “Tiene que ser intervenido de manera prioritaria”, recalcó López.
El director del INAH, Diego Prieto, presentó en su conferencia un balance de los trabajos. Destacó de manera particular el apoyo de otros países, organismos, fundaciones mexicanas y de las comunidades, que en casos como el del Estado de México, a veces con “cooperachas” y en otras con “tequio” se adelantaron a recuperar sus templos.
En diálogo con los periodistas al final de su intervención informó que se ha avanzado 30% en la recuperación de edificios; detalló que Seguros Banorte lleva alrededor de mil millones de pesos pagados, aunque esta compañía aseguradora deberá pagar 5 mil 100 millones en total; en el caso de Fonden indicó que éste ha entregado 300 millones y que, probablemente estarán reclamando a este Fondo 2 mil 300 millones de pesos en total.
“Nuestro plan maestro es concluir en 2020, pero ya algunos especialistas nos dijeron que somos muy ambiciosos; más vale, creo, proponerse metas ambiciosas. El trabajo de la restauración no es industrial ni a destajo, es un trabajo técnico, minucioso, cuidadoso y requiere análisis de cuál es la intervención”.
La titular de ICOMOS México, Graciela Mota Botello, cuestionó que, a la fecha, falta que se integren la mayoría de los proyectos de restauración y apenas han iniciado los recorridos con los equipos de las aseguradoras. INAH e ICOMOS firmaron un acuerdo de cooperación para analizar logros y carencias, retos y desafíos del patrimonio cultural.
José Luis Cortés Delgado, de El Colegio de Arquitectos, enfatizó que no hay ni ha habido una prevención adecuada del Estado mexicano, a pesar de la insistencia de gremios, como el de arquitectos, de un protocolo y organización de prevención.
