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En el auditorio Ricardo Flores Magón de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM se dieron cita ayer algunos personajes como el escritor Mario Núñez Mariel y el investigador Raúl Rojas Soriano, entre otros representantes del movimiento estudiantil de 1968. “La Revolución del pensamiento” fue una mesa de diálogo en la que se habló de las implicaciones de la matanza de Tlatelolco pero también del movimiento estudiantil en general. Como un ejercicio de memoria entre generaciones se estableció un diálogo sobre la violencia de hace 49 años y su relación con la actualidad.
“Rompimos el silencio, sacudimos al sistema”, aseguró por videollamada Romeo González Medrano, ex preso político del movimiento del 68. A los jóvenes presentes en el recinto les preguntó si todo aquello que su generación no había logrado lo estaban retomando estas generaciones. “Me parece que la comunidad universitaria no ha asumido un papel protagónico. Necesitan reflexionar sobre su lugar en el futuro del país”, apuntó.
Adriana Corona, antigua miembro del Consejo Nacional de Huelga, explicó que después de 1968, las mujeres comenzaron a entrar de forma masiva a la Universidad. Aseguró que hoy en día, incluso con la altísima tasa de feminicidios que vive el país, “las relaciones de género han cambiado” y sentenció que “México dejó de ser el mismo después de 1968”.
Mario Núñez Mariel, escritor y ex representante de la asamblea estudiantil de la FCPyS, explicó que el contexto actual de narcoviolencia bajo el que vive México es en donde se tiene que buscar un movimiento similar al del 68. “No podemos seguir viviendo así”. Añadió que después de la extraordinaria respuesta y organización de la sociedad civil tras los terremotos del pasado septiembre, lo que sigue es llevar esa iniciativa y nivel de respuesta a otros niveles; “Lo que sigue es combatir la desigualdad, debemos reconstruir el Estado y corregir el modelo económico”, invitó.
El investigador Raúl Rojas Soriano apuntó que el movimiento de 1968 no fue solamente estudiantil, sino también de trabajadores inconformes y aseveró que “no hubo movilización de la sociedad civil, no como la que vivimos este 19 de septiembre”. En aquel entonces, dijo, hubo apoyo pero no el que se esperaría de un movimiento llamado popular. “la gente no salió a las calles. Había miedo”, lamentó.