El oficio de molinero ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad , informó hoy en un comunicado el Gobierno de Holanda , país que entra por primera vez en esta lista que elabora la Unesco y cuya actualización se dio a conocer en la isla surcoreana de Jeju.
Holanda conserva en la actualidad unos mil molinos de viento y agua que se mantienen en pie gracias al trabajo de cincuenta molineros profesionales y cientos de voluntarios.
"Es fantástico que un patrimonio inmaterial neerlandés entre por primera vez en la lista. Se trata de un oficio maravilloso que está completamente entrelazado con los Países Bajos", dijo la ministra holandesa de Cultura, Ingrid van Engelshoven.
Varios molineros viajaron a Corea del Sur para recibir la noticia, informó el Gobierno holandés, que impulsó la candidatura junto a cuatro asociaciones defensoras de estas construcciones centenarias.
Los molinos tienen una importancia histórica en Holanda ya que sirvieron para ganarle terreno al mar en el siglo XVII y desarrollar la agricultura, pero el avance de la tecnología provocó que el oficio de mantenerlos entrara en peligro de extinción.
Sin embargo, el Gobierno de Holanda estableció un Día Nacional del Molino en los años 70 y ofrece en la actualidad cursos de formación dirigidos a voluntarios para que los mantengan abiertos.
Algunos de ellos, como los de Kinderdijk, Schiedam o Schermerhorn, funcionan hoy en día como atracciones turísticas.
El oficio de molinero se suma así a otros patrimonios inmateriales de la humanidad, como el flamenco, las Fallas de Valencia o el arte de los pizzeros napolitanos.
La Organización de las Nacionales Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) elabora esta lista para conseguir que tradiciones, rituales, costumbres y oficios no se pierdan y se conserven para las generaciones futuras.
nrv
