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Después de un segundo intento, la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán logró ser incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como sitio mixto por su rica biodiversidad, pero sobre todo por ser un sitio clave para el origen y desarrollo de la agricultura en Mesoamérica.
El sitio, situado entre Puebla y Oaxaca, logró la designación después de un debate que, según la oficina de la UNESCO en México, se prolongó durante dos días en la ciudad de Manama, Baréin, donde este año se reunió el Comité de Patrimonio Mundial para evaluar las candidaturas.
Añade que en este caso, el valor cultural del sitio radica justo en que ahí se originó el maíz, la base de nuestra alimentación y un sistema de producción que da identidad a nuestro país. “Es un sitio de gran importancia para nuestra América, donde se generó esta cultura del maíz, la cual viene asociada con el sistema de producción de la milpa. Hay otros sitios en Sudamérica, pero en nuestro caso, la domesticación del maíz es importante porque la base de nuestra alimentación está basada en la triada de maíz, frijol y chile, esa es nuestra comida y lo que nos hace mexicanos”, dice.
Con esta declaratoria, México suma un total de 35 sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, reafirmando su posición como el primer país en el continente americano y el séptimo a nivel mundial con el mayor número de bienes reconocidos, destaca en un comunicado el INAH, organismo que fue crucial para la realización del expediente técnico. Sin embargo, Gómez Arriola advierte que la inscripción de un nuevo sitio en esa prestigiada lista también compromete al gobierno mexicano a su preservación y conservación: “En este cambio de política cultural espero que haya un cuidado al patrimonio en general y al mundial en particular; así como tenemos esos grandes logros, que revisten una gran expectativa a nivel internacional, necesitamos cuidarlo en el día a día; debe haber los presupuestos necesarios par su cuidado”.
Según el INAH, ese rico valle semidesértico también “evidencia la adaptación del ser humano en un ambiente hostil a lo largo de más de 14 mil años, por medio de sistemas de aguas, la domesticación de plantas, sistemas agrícolas y prácticas complementarias con el uso de cactáceas y la producción de sal, asentamientos residenciales y diversos sistemas políticos, religiosos y lingüísticos”.
Ese sitio, destaca, “ también fue testigo del surgimiento de las lenguas proto-otomangues que dieron lugar a la familia lingüística más antigua y diversificada del continente americano, el otomangue, con fuertes raíces que perviven hasta nuestros días”.
El Comité de Patrimonio Mundial dio declaratoria a 19 sitios. Además del mexicano destaca el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete en Colombia; los (Montes de Barberton Makhonjwa, Sudáfrica; el sitio tectónico de la cadena volcánica de los Puys y la falla de Limagne, de Francia; y sitio de Fanjinshan en la cadena montañosa de Wuling, China. También se amplió el área del valle del río Bikin, en Rusia. Entre los 13 sitios culturales destacan el yacimiento de Medina Azahara, en Córdoba, España; el conjunto industrial de la empresa Olivetti en Ivrea, Italia; y de Alemania el conjunto arqueológico fronterizo de Hedeby y la Danevirke, y la Catedral de Naumburgo. También hay sitios de Dinamarca, Turquía, Arabia Saudí, Omán, Irán, Japón, Corea del Sur, la India y Kenia.
