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La forma en que se empezó a diseñar la capital novohispana tras la caída de Tenochtitlán el 13 de agosto de 1521 fue uno de los temas en que se ahondaron en el Quinto Coloquio de Arqueología Histórica, en el cual estuvo presente el historiador Luis Gerardo Huitrón Flores , quien recordó que la incipiente ciudad se proyectó a través de una medida para relacionar las partes de la futura arquitectura hacia los cuatro puntos cardinales.
La derrota de la capital mexica devastó más de 170 hectáreas equivalentes a una cuarta parte de la ciudad y su transformación costó tres años (periodo de limpieza y saneamiento de Tenochtitlán) bajo el contexto de espacialidad, vivienda y uso español, se indicó a través de un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) , el cual organizó el encuentro en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec .
“Esto formó bloques, los cuales se fragmentaron de manera diferente debido a la presencia de los edificios prehispánicos, a las calles ya estipuladas y al curso de los canales que cada uno contenía. El resultado fue una traza hispana ordenada que coexistió con algunos elementos que sobrevivieron de la antigua ciudad mexica, entre ellos, el Templo Mayor , en demolición todavía hasta 1541 ”, expresó el experto.
El experto recordó que las huestes de Hernán Cortés habitaron Coyoacán de 1521 a 1523 y después regresaron debido a que identificaban los espacios sagrados, los políticos y públicos de la arruinada capital antigua. Sin embargo mencionó su hipótesis de las complicaciones que significó el Templo Mayor , pues en un primer momento los españoles tuvieron que acostumbrarse a la presencia del Gran Teocalli y por eso la comunidad se desplazó hacia el área el mercado, la cual era la zona inmediata más desocupada.
Detalló que la demolición de los templos menores del centro ceremonial, dejó una enorme área despejada, de formato rectangular, donde actualmente se encuentra la Catedral Metropolitana. Este gran espacio rectangular estaba limitado al norte por la calle de las Escalerillas, al sur por la Acequia Real, al este por el Palacio de Moctezuma y al oeste por el Palacio de Axayácatl, representando la primera plaza de la Ciudad de México, la cual hoy ya no existe.
"Se puede entender la plaza como el gran espacio rectangular central, trazada por García Bravo y ordenada por el conquistador. Un área nuclear que articuló la ciudad en su primera etapa", agregó el historiador Huitrón Flores.
nrv