Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR), se ostenta como autor de una docena de libros, entre ellos, Seguridad y Justicia. Sí se puede; La Defensa Jurídica y Social del Patrimonio Cultural de la Nación; México. Perfil de Un Rostro Oculto y Guillermo Prieto (Biografía). En este último se ha documentado que el autor copió fragmentos de por lo menos otros dos títulos; sin embargo, no es el único caso, pues tras un análisis del libro Ignacio Allende se detectaron 10 ejemplos en los que el fiscal habría tomado párrafos e incluso páginas completas de una investigación realizada por Benito A. Arteaga, que fue publicada en 1910.
El fiscal general ha estado en el centro de la discusión, pues luego de varios intentos en 11 años, ingresó al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), luego de que el Conacyt —encabezado por María Elena Álvarez-Buylla— decidió conformar la Comisión Especial Dictaminadora, que falló a favor de Gertz Manero para que se le diera el nombramiento de Nivel III del SNI, pero sin haber atravesado por las categorías previas de Candidato a investigador; así como por los niveles I y II, camino que todo investigador del SNI sigue.
En el documento se puede leer que Alejandro Gertz Manero “omite datos en su aparato crítico que sustente la investigación documental que a su vez soporte su quehacer científico, pues al hacer referencia de datos históricos, estadísticos y teóricos, cuyo contexto histórico no aconteció en el presente inmediato del autor ni tampoco fueron de su autoría”.
En la “Reconsideración” se retomó El trabajo académico, plagio y derechos de autor, libro de 2012 de Manuel Becerra Ramírez, en el que se explica que “el investigador urgido de publicar, sin autorización del autor, publica un texto no propio sin darle crédito al autor o bien ‘se le olvida’ poner comillas y hacer una nota a pie de página o referencia dándole crédito al autor, con lo que se viola el derecho moral (paternidad de la obra, su respeto a la integridad de la obra, por ejemplo) y el derecho patrimonial (la transformación no autorizada y su utilización en la reproducción y en la comunicación pública, por ejemplo) del o de los autores en cuestión”.
Becerra Ramírez explicó que hay diferentes tipos de plagio: total, parcial, que “se da cuando alguien toma fragmentos de una obra y los incorpora a una propia, sin mencionar su origen mediante una nota a pie o referencia”, y el plagio vía paráfrasis, que es “cuando se toma como propio un párrafo de un autor parafraseándolo”.
Más a la polémica
Ignacio Allende es el libro que Gertz Manero publicó en 1969 —dos años después del de Guillermo Prieto—, como parte de la colección Cuadernos de Cultura Popular, de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Ese libro tuvo una edición conmemorativa que hizo el gobierno de Guanajuato con motivo de los 216 años del natalicio de Ignacio Allende. Sin embargo, tras un análisis realizado por EL UNIVERSAL, en el documento se detectó que en las páginas 13, 15, 16, 19, 25, 26, 32, 34, 35 y 46, Gertz Manero copió párrafos y páginas completas sin entrecomillar del libro El héroe olvidado. Rasgos biográficos de don Ignacio Allende, San Miguel de Allende, 1852, elaborado por Benito A. Arteaga y publicado por Talleres de “El Tiempo”, en 1910.
El libro del fiscal es de pequeño formato, de 56 páginas. El autor escribió únicamente dos citas al pie, una en la página 33, en la que reconoció el trabajo de Benito A. Arteaga, y la segunda en la 44, para dar el crédito a fragmentos que forman parte del libro Allende. Primer soldado de la Nación, de Armando de María y Campos, publicado por la Editorial Jus, en 1964.
Si bien Gertz Manero enlistó nueve documentos en su bibliografía —incluidos De María y Arteaga—, no especificó qué partes corresponden a esos libros, lo que va en contra de la forma correcta para citar.
Un segundo ejemplo está en la página 32 del libro de Gertz Manero, donde escribió: “Allende fue el que más se distinguió por la franqueza de su genio, empeño infatigable y verdadera tenacidad como autor y jefe del partido independiente”; y Arteaga, en su página 54: “…Allende, que era el que más se distinguía por la franqueza de su genio, por su empeño infatigable y verdadera tenacidad como autor y jefe del partido independiente”.
Otra muestra de copia por parte de Gertz Manero se puede leer en la página 46: “Hostilizar al enemigo por riguroso sitio, atacarlo en distintas partidas, era la táctica más conveniente que podría equilibrarlos a las armas y a la pericia de los contrarios”. Mientras que en Arteaga se lee en la página 198 y 199: “Hostilizar al enemigo por riguroso sitio, atacándole en distintas partidas y seducir a sus soldados por medio de nuestros muchos agentes, es la táctica más sutil que conviene observar en la presente lucha, y la que podrá equilibrar a las armas y pericia de los contrarios”.
Al cierre de esta edición, la oficina del fiscal Alejandro Gertz Manero no había respondido a la solicitud de información sobre este asunto.
Comparación de textos
Presentamos aquí 10 ejemplos en los que Gertz Manero copia en su libro la investigación de Benito A. Arteaga.