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Cuando la pandemia inició y el confinamiento se volvió cotidianidad en todo el mundo, la directora de teatro Rocío Carrillo pensó que el teatro es sólo presencial o no es teatro. La realidad se impuso y encontró en la virtualidad una nueva forma de mantener vivo el arte escénico e hizo hallazgos que, considera, seguirán cuando la presencialidad sea posible. Mientras eso ocurre, presenta una nueva temporada de Otra Electra, que será interpretada en vivo de manera virtual, como parte de la programación del Teatro La Capilla en el primer semestre del año; es la historia de una hija que debe cuidar a su madre tras una operación.
“A mí, como creadora, qué me importa ya si lo que hacemos es teatro o no, que de eso se encarguen los teóricos; para mí, el teatro es una necesidad que, de momento, se satisface de esta forma. Ha sido un camino para hacer hallazgos, para tener nuevos paradigmas que cuando regresemos al teatro presencial se verán reflejadas porque esta experiencia nos ha marcado, es una impronta. En Otra Electra hay close up a una actriz y ella se preguntó qué pasará con ese lenguaje cuando volvamos al teatro, son cosas que nos estamos preguntando porque ese lenguaje se volvió fundamental”.
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La puesta escénica ocurrirá en tiempo real; cada una de las cuatro actrices actúa desde su propia casa. Otra Electra es una producción de Organización Secreta Teatro que se estrenó en 2020.
“La obra era un proyecto de hace tres años, en 2020 teníamos la posibilidad de montarla, pero inicia la pandemia. Pensé en hacerla radiofónica, pero apareció la convocatoria del Teatro La Capilla para hacerla virtual, concursamos y nos seleccionaron. Había visto pocas cosas por Zoom... y pensé en hacer un guión paralelo con acotaciones cinematográficas. No estudié cine, las actrices han hecho cine, pero no han sido camarógrafas. De la noche a la mañana, todos comenzamos a trabajar con estos recursos”, recuerda.
La obra transcurre en una casa, en una habitación. Los espacios íntimos de las actrices se transformaron en los escenarios. Y durante meses construyeron un lenguaje visual que le permitiera al espectador sentir que estaba frente a la misma casa. Además hay acercamientos y planos abiertos para evitar que fuera un trabajo estático.
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“Ha sido un aprendizaje enorme. Una hora antes estamos en la plataforma, ellas están en maquillaje, yo hago pruebas, hacemos todo lo que hacemos en el teatro antes de dar función, sólo que aquí no hay técnicos, somos sólo nosotras. Esto no es cine ni televisión, es en vivo y estamos trabajando con dispositivos”, dice.
Agrega que, si bien extrañan al público, La Capilla realiza conversatorios al final de la función con un invitado para comentar la obra. “Ha sido muy enriquecedor. Nos han visto desde muy distintas partes del mundo”.
La obra fue escrita por Edith Ibarra y es protagonizada por Ángeles Marín, Luz María Meza, Stefanie Izquierdo y Brisei Guerrero. Boletos en Boletópolis. Las funciones son los domingos del 14 de febrero al 18 de abril.