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Señor director:
En atención a lo estipulado en la Constitución y en la ley de imprenta vigente, solicito el derecho de réplica en el mismo espacio y mismo tamaño en el que salió la entrevista a Roberto Rangel el 11 de noviembre en el periódico El Universal realizada por la reportera Yanet Aguilar y en la cual me veo involucrada.
En primer lugar es claro que el señor Roberto Rangel, que se encuentra en prisión, sentenciado a 57 años de cárcel en Soledad California, no conoce mi obra y está mal informado respecto a ella. Alguien le hizo creer que la historia de la que trata No volveré se refiere a su caso, lo cual es completamente incorrecto. En mi obra, nunca se menciona su nombre, ni una historia de vida que pueda suponer que es exclusivamente la de él, pues la problemática de los migrantes y en particular, la de los que han pasado por la cárcel y la corrupción, desgraciadamente es recurrente.
Segundo: Mi obra No volveré de ninguna manera atenta contra los derechos humanos de Roberto Rangel y quien intente relacionarlos y hacerle creer lo contrario, está en un error y faltando a la verdad.
Tercero: Vuelvo a insistir que mi obra es la historia de una familia que representa a tantas familias que viven la migración. En mi historia madre e hija viven en un pueblo ayudando a los migrantes a cruzar la frontera y buscando la manera de sobrevivir, mientras el hijo mayor sale a buscar una alternativa de vida al otro lado, como tantos otros casos. Él se involucra con autoridades norteamericanas, es encarcelado y en colaboración con una asociación humanitaria, también ficticia, sale libre, es indemnizado y vuelve a su pueblo de origen. Mi obra enfatiza las consecuencias que trae a la familia su regreso y la manera en que cada uno de los integrantes resuelve la situación. Mi obra, —que no es un estudio de caso, ni un reportaje, novela o documental—, recrea desde la ficción el fenómeno migratorio concretándose en una familia.
Cuarto: Es absolutamente falso que para mi obra yo haya utilizado el 80% del libro periodístico de la señora Calvillo en la que ella sí menciona al señor Rangel como personaje.
Quinto: El 27 de septiembre expuse a la reportera Yanet Aguilar mis argumentaciones y en la entrevista del 11 de noviembre es evidente que las preguntas de la periodista al entrevistado son tendenciosas porque ignora mis aseveraciones, da información errónea sobre mi obra y da por verdad lo que legalmente no se ha demostrado.
Sexto: La Universidad Nacional Autónoma de México, no tiene responsabilidad sobre mi obra ni facultad para convertirse en autoridad que determine cualquier cosa sobre el particular, pues no es de su competencia.
Por último, y como se lo indiqué a la reportera Yanet Aguilar oportunamente, cualquier aclaración deberá hacerse ante las autoridades competentes como lo es Indautor, y así se haga evidente que la ficción no solo de un personaje sino de toda una familia construida en una obra de teatro, con la imaginación y la evidencia social que tantos de mexicanos están viviendo en la actualidad, no afecta ningún caso de la vida real.
Respuesta de la reportera:
La publicación de la entrevista al mexicano Roberto Rangel es un trabajo de seguimiento sobre la acusación de plagio en contra de la dramaturga Estela Leñero que ha denunciado la escritora y periodista Ana Luisa Calvillo, tal como se publicó en un primer reportaje con fecha 20 de septiembre del presente año. En ese primer trabajo, Estela Leñero, en entrevista, reconoció haber leído el texto Me decían mexicano frijolero, así como haber leído en los diarios el caso de Roberto Rangel, incluso negó haber cometido plagio a pesar de las evidencias mostradas por Calvillo, que dan cuenta de un plagio de alrededor de 80% del testimonio de Roberto Rangel. Los dos trabajos que hemos publicado se sustentan en información documentada, en poder de EL UNIVERSAL. Siempre hemos señalado que en la obra de Leñero no aparece el nombre de Roberto Rangel pero sí diálogos de su testimonio recabado por Calvillo. Nuestro compromiso con la verdad nos exige continuar con el seguimiento al caso que sabemos se dirimirá en el Instituto Nacional de Derechos de Autor.
Yanet Aguilar Sosa