Dedicado en cuerpo y alma, desde hace más de 50 años, a la , a la enseñanza y al cuidado de la lengua, ha vivido en el último lustro un periodo de gran efervescencia creativa, pese a una etapa que lo ha obligado a declinar viajes largos a favor de su salud; en reciprocidad, la vida le ha alcanzado logros esplendorosos: en 2023 obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores por su libro Mentideros de la memoria y desde ayer se convirtió en el séptimo mexicano en ser galardonado con el Premio Cervantes por “la excepcional obra literaria y por su obra profunda y sostenida a la cultura hispánica”.

“Me siento realmente muy reconocido y un poco sin palabras frente a este premio tan importante que, para mí, también es un honor que haya recaído en un mexicano. Me sumo al elenco de los grandes escritores mexicanos que han obtenido este galardón: Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso y Elena Poniatowska. La verdad es que me siento muy muy bien”, afirmó feliz a EL UNIVERSAL Gonzalo Celorio, quien en estos cinco años ha publicado dos obras fundamentales en su carrera literaria memorística: Mentideros de la memoria y Ese montón de espejos rotos, que Tusquets Editores ha comenzado a circular en México y España.

Entrevista con el ensayista catedrático y escritor Gonzalo Celorio. Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.
Entrevista con el ensayista catedrático y escritor Gonzalo Celorio. Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.

El Premio Cervantes para el narrador de 77 años que lleva más de medio siglo ligado a la UNAM, y que dirige desde 2019 la Academia Mexicana de la Lengua, lo dio a conocer ayer al mediodía el ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, quien señaló que la obra de Gonzalo Celorio “conjuga una lucidez critica que explora la identidad sentimental y la pérdida”.

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Para el autor de Tres lindas cubanas y Amor propio la llamada de España convirtió su día en una locura: los teléfonos no paraban de sonar, las llamadas de felicitación o entrevistas no cesaban y apenas pudo comer unas quesadillas, lo que sí logró fue tomarse un tequila doble con limón, para celebrar que el Cervantes llegó a sus manos y con ello el paso a la posteridad de los más grandes escritores de habla hispana, un galardón dotado de 125 mil euros que recibirá el 23 de abril de 2026 en la Universidad de Alcalá de Henares.

¿Cómo recibe el Cervantes?

Es el premio más importante que se da para la lengua castellana y viene a ser una especie de confirmación de mi vocación literaria, de mi amor a la lengua española y también a mi devoción cervantina. Es un premio al que me postuló la Universidad Nacional Autónoma de México que es mi alma mater, a la que le he dedicado toda mi vida y en donde se forjó mi vocación literaria y mi gran afición por la literatura de nuestra lengua. Un premio que me honra muchísimo y me alegra haya el jurado decidido dedicármelo a mí.

¿España es parte de su vocación literaria?

Muchos de mis maestros, curiosamente, fueron españoles procedentes del exilio español republicano y es una Cátedra Extraordinaria que me confirió la Facultad de Filosofía y Letras y que yo ocupé como maestro del exilio español durante muchos semestres. Y el hecho de que haya caído o recaído en México, pues habla también de la importancia de que tiene la lengua española en nuestro país, porque México es el país que tiene el mayor número de hablantes dentro de los países hispanoparlantes, uno de cada cuatro hablantes de español es mexicano, sin contar a todos aquellos que viven en los Estados Unidos y que han conservado su lengua, ahora con muchas dificultades.

Ese montón de espejos rotos, obra fundamental de Celorio, es publicada por Tusquets Editores. Foto: Especial
Ese montón de espejos rotos, obra fundamental de Celorio, es publicada por Tusquets Editores. Foto: Especial

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¿Sostiene un vínculo literario y personal con España?

Sí, evidentemente tengo una relación casi umbilical con España. Mi abuelo paterno fue un emigrante español que vino a “hacer la América”; mi padre, hijo de este migrante español, nació en México, pero fue destacado como diplomático en La Habana, ahí conoció a mi madre y en Cuba nacieron los tres mayores de mis hermanos. Y sí, he dedicado buena parte de mi literatura y de mis estudios, tanto a la literatura española peninsular como a la literatura cubana de adentro y de afuera de la isla. No nada más me he dedicado a estudiar a los escritores que se quedaron en Cuba después de la Revolución, sino también a los grandes exponentes de la literatura cubana en el exilio o en la diáspora.

¿Le otorgan este premio en el contexto de un reacercamiento de España con México?

Bueno sí. Me parece muy importante que esta relación se potencie a todo lo que da porque es parte integral de nuestra heredad, de nuestra propia identidad, de nuestra constitución nacional. No podemos abjurar de la hispanidad independientemente de lo que haya podido ocurrir en el proceso de Conquista, que es algo que ya ocurrió hace más de 500 años y cuando ni México era México, ni España era España.

Entrevista con el ensayista catedrático y escritor Gonzalo Celorio. Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.
Entrevista con el ensayista catedrático y escritor Gonzalo Celorio. Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.

Sí, hay una serie de actividades en España que son guiños a la cultura mexicana, como puede ser la gran exposición que hubo sobre la Virgen de Guadalupe en el Museo del Prado, los premios Princesa de Asturias que dedicaron al Museo Nacional de Antropología dentro de la categoría de la Concordia, que me parece que es también una modalidad de este premio que ya en su propia palabra está hablando de esta relación entre los pueblos, de la Concordia; y además se lo dieron también a la gran fotógrafa mexicana Graciela Iturbide.

Y bueno, pues creo que sí hay algunos signos importantes. No diría yo de acercamiento porque el acercamiento cultural pues no se ha roto. No se puede tampoco romper porque tendrían que hacer una operación quirúrgica para quitarnos la mitad de lo que somos. También están estas exposiciones tan importantes de la mujer indígena en el Museo Thyssen, en la Casa de México, en el Instituto Cervantes, en fin, sí, realmente es algo muy notorio y muy digno de celebración.

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¿Sobre qué hablará en su discurso al recibir el Cervantes?

No lo he pensado, pero tendré que hacer evidentemente un discurso sobre la gran literatura cervantina que sigue siendo la obra paradigmática y cumbre de la literatura de nuestra lengua y que tiene algunas características importantes porque es una obra que se produjo en los inicios del siglo XVII y sigue absolutamente vigente.

Entrevista con el ensayista catedrático y escritor Gonzalo Celorio. Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.
Entrevista con el ensayista catedrático y escritor Gonzalo Celorio. Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.

Y es muy importante también para Hispanoamérica porque la literatura española encuentra su gran expresión en la novela de Cervantes. Curiosamente no hubo durante toda la época de la Colonia ninguna novela en Hispanoamérica que pudiera realmente considerarse como tal, y eso implica que la primera novela de nuestro continente sea El Periquillo Sarniento, de Joaquín Fernández de Lizardi, que inaugura la literatura novelística en América.

Esta novela se da precisamente en tiempos de la Independencia política de México y por eso con frecuencia digo que no es nada más la novela un género literario, sino que en nuestro caso es un género libertario.

¿Llega el Cervantes a la par de sus memorias Ese montón de espejos rojos rotos?

Es un libro recién salido de mis propias entrañas, un libro que me representa de la manera más íntima y más literaria. Nadie puede entender bien su presente si no entiende su pasado. Somos el producto de una historia, de un pasado y el recuerdo y la historia personal no sólo nos da consistencia en nuestro presente, sino también alimenta nuestro futuro, nuestras expectativas en lo que va a ocurrir después. No es en ese sentido mi escritura, una escritura que solamente se refiere al pasado, sino que gracias al entendimiento del pasado puedo entender mi presente y de alguna manera representarlo también en mi escritura.

Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.
Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL.

¿Qué vendría después de Ese montón de espejos rotos?

La verdad no lo sé, apenas estoy descansando de ese parto porque es una obra muy larga y que me llevó mucho tiempo y es prácticamente, casi un testamento. Vamos a ver qué sucede después.

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