La escritora Mónica Lavín escribió hace unos días en Twitter: “¿Qué está pasando con el FONCA? Los estímulos no se han pagado este mes. Que la @cultura_mx (Secretaría de Cultura) está presionando para que Hacienda libere el recurso…. Nube negra para la eficiencia y el respeto al compromiso. Burocracia ineficiente con sabor a rancio”. Su caso, por supuesto, no es el único. El retraso lleva ya casi tres semanas, pues el depósito debió ocurrir en los primeros días de noviembre. No sólo no han pagado a los becarios del Sistema Nacional de Creadores de Arte, tampoco a los Eméritos. Y, nos dicen, los de México en Escena se andan comiendo las uñas para que los impagos no los alcancen en los siguientes días. Nos cuentan también que se mueven cosas en el ex Fonca, hoy Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, pues no hubo convocatoria para el Programa de Apoyo a la Traducción (Protrad) y se preguntan si lo desaparecieron o qué fue lo que pasó. Nos recuerdan que los retrasos no son nuevos en la dependencia, pasan prácticamente casi todos los años, pero en otras áreas, particularmente con los capítulos 3000 y los de confianza. Si ya alcanzó al Fonca, ¿cómo van las cosas con los demás?
Silencio en INBAL y Banxico ante obras atribuidas a Kahlo
Hace 12 años, la circulación de un libro con materiales atribuidos a Frida Kahlo y el anuncio de la repentina aparición de una colección que prometía guardar piezas de la artista mexicana, provocó la reacción institucional del Banco de México —Fiduciario en el Fideicomiso de los museos Diego Rivera y Frida Kahlo—, investigadores de arte como Teresa del Conde, Juan Coronel Rivera, James Oles, la entonces directora del Museo Frida Kahlo —Hilda Trujillo—. La obra de Frida Kahlo es monumento artístico y está protegida por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. No cualquiera puede atribuirle la autoría de repentinas apariciones. Por eso sorprende lo que expone la Universidad Anáhuac. Pero lo que nos sorprende más es el silencio institucional: ni INBAL ni Banxico ni el museo de la pintora, y tampoco los especialistas han salido a cuestionar lo que ahora avala una institución privada. La denuncia de hace 12 años quiso ser precedente para evitar que presentaran objetos como si fueran de la artista. Por desgracia no pudieron evitar este intento.