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Guajanuato.- La “Regnava nel silenzio” de la ópera “Lucía de Lammermoor” de Gaetano Donizetti , la “Deh vieni, non tardar” de la ópera “Las bodas de Fígaro” de Wolfgang Amadeus Mozart o “Je veux vivre” de la ópera “Romeo y Julieta” de Charles de Gounod nunca habían alcanzado tal ritmo y sabor latino que con la interpretación de la soprano Nadine Sierra , quien anoche cimbró el Teatro Juárez.
La cantante, que se hizo acompañar del pianista Ángel Rodríguez, demostró por qué es considerada una de las artistas vocales más destacadas de la escena operística mundial, y conquistó con su voz y su porte latino a quienes la ovacionaron en cada aria y encore que interpretó en su recital celebrado en el marco del Festival Internacional Cervantino.
Foto: Juan Carlos Reyes García/EL UNIVERSAL
Nadine Sierra
hizo suyo el escenario, lo tomó con su calidad vocal y su portentosa figura, con su gracia y ritmo, ella se convirtió en unos minutos en la Louise de Gustave Charpentier al interpretar “depuis le jour”; ella sedujo a todos cuando cantó “Melodía sentimental” de Heitor Villa-Lobos y dejó huella en la memoria de todos con “Me llaman La primorosa” de la zarzuela “El barbero de Sevilla” de Gerónimo Giménez.
Las cuatro veces que regresó al escenario para cantar otras melodías como “Estrellita” o cuando interpretó “Caro nome” de la ópera “Rigoletto” de Giuseppe Verdi, nadie se movía y guardaba incluso el aire para no perder un detalle de la voz y la belleza de esta artista que ha sido elogiada por su bella voz , técnica sin igual y abundante musicalidad.
La artista que ayer fue ovacionada de pie y que sedujo a quienes pudieron conseguir boleto para el único recital que ofreció en el Teatro Juárez, es considerada como uno de los más promisorios nuevos talentos en la ópera contemporánea con tan solo 30 años.
akc