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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Cada interpretación fue una celebración a la vida, cada apuesta rítmica una reiteración de que el arte musical tiende puentes universales, cada pieza interpretada por la Surnatural Orchestra en la Alhóndiga de Granaditas fue un paisaje sonoro delineado por 18 artistas que sobre el escenario emprendieron obras únicas.
La agrupación francesa que la noche del pasado sábado se presentó en el Festival Internacional Cervantino conectó con el público guanajuatense, que aunque no llenó el recinto, disfrutó del jazz contemporáneo ejecutado con la depurada técnica del soundpaiting.
Cada pieza tenía un director distinto, cada interpretación era un baile musical, no sólo por la cantidad de artistas e instrumentos, sino por los cambios de posición de cada ejecutante que se mueven por el escenario en una coreografía improvisada.
El ensamble, conformado por artistas de todo el mundo hizo de cada pieza un performance, hizo vibrar con su música y con su energía; celebró la música, la creación colectiva y la música improvisada pero cargada de un depurado estilo musical único.
“Nuestra orquesta no tiene jefe, no tiene director, eso es muy importante para nosotros, tanto artísticamente como en la organización y en la producción, en todos los aspectos de la vida de esta orquesta funcionamos de manera colectiva, pasamos mucho tiempo ensayando la música, y mucho tiempo en reunión conversando, hablando de cómo le vamos a hacer”, dijo Cléa Torales, una de las integrantes de la orquesta. Y eso es claro sobre el escenario.
Crear sobre el escenario. Esa dinámica plural y de creación colectiva fue el gran atractivo de esta agrupación francesa que crea sobre el escenario, pues cada una de sus obras la van componiendo prácticamente en vivo sobre el escenario, y esto es lo que hace de la Surnatural Orchestra una agrupación muy particular, diferente a muchas otras.
Fue un concierto de encuentro con la vanguardia del género sincopado francés, una exhibición de los mejores sonidos surgidos sobre todo de instrumentos de metal que generaron una paleta de sonidos potente y sólida; ritmos surgidos de flautas, trombones, saxofones, trompetas, tuba teclado y batería.
El concierto de la Surnatural Orchestra fue un panorama melódico diverso complementado con la propuesta de luces y sonido.
Una exhibición del soundpaiting, de la composición instantánea, de la comunicación con el público a través de la música y donde el público fue una gran inspiración.
Francoise Roche Juárez, quien es de origen mexicano por su madre, afirmó que soundpaiting es un lenguaje, como una lengua viva que evoluciona porque cada grupo que utiliza esta técnica puede utilizar los signos de diferente manera o tener su propio lenguaje.
Además dijo que es un gran honor estar en el Festival Internacional Cervantino y que para él es un gran orgullo no sólo estar por primera vez en México, sino también porque puede mostrarle a sus amigos su país. “Tiene mucha importancia porque mi mamá es mexicana y me da mucho orgullo que mis compañeros vinieran a conocer este país”.