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El museo Norton Simon de Pasadena , California, ganó la lucha para mantener dos obras maestras del Renacimiento “Adán” y “Eva”, saqueadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial , reportaron autoridades judiciales.
El Museo Norton Simon
conservará las pinturas bajo una decisión unánime tomada el lunes por un tribunal federal de apelaciones en San Francisco.
Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos falló a favor del museo de Pasadena en una batalla con un heredero de un galerista judío holandés que dejó las pinturas cuando él y su familia huyeron de los nazis.
Jacques Goudstikker, el galerista holandés, había comprado las pinturas "Adán" y "Eva" del alemán Lucas Cranach el Viejo en 1931 en una subasta en Berlín.
Cuando los nazis invadieron los Países Bajos en 1940, Goudstikker y su familia huyeron a Sudamérica, dejando atrás su galería de más de mil 200 obras de arte. Goudstikker murió a bordo del barco después de una caída.
Su esposa, Desi, conservó un libro negro que enumeraba todas las pinturas de la galería, incluidos los cuadros de Cranachs.
El asistente de Hitler , Hermann Goering y su escolta Alois Miedl, obligaron más tarde a un empleado restante de la galería a transferirles los activos "a través de una serie de acuerdos escritos involuntarios", expresó el Noveno Circuito.
Las fuerzas aliadas devolvieron las pinturas al gobierno holandés después de la guerra y los Países Bajos establecieron un proceso de reclamo para que las personas recuperen la propiedad robada por los nazis.
La familia de Goudstikker, el dueño de la galería, aceptó el consejo de un abogado de no reclamar las obras maestras por razones comerciales, apuntó el Noveno Circuito. La familia archivó reclamaciones para otras obras de arte y bienes inmuebles y los resolvió con las autoridades holandesas.
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El gobierno holandés luego vendió las pinturas en 1966 a George Stroganoff-Sherbatoff. Más tarde éste vendió las pinturas al Norton Simon Museum , que las exhibió durante casi 50 años.
La señora Marei von Saher, descrita por el tribunal como el único heredero vivo de Desi Goudstikker, intentó recuperar las pinturas en la década de 1990.
Finalmente recuperó 200 pinturas que todavía estaban en posesión de los holandeses , pero el gobierno rechazó sus solicitudes sobre la obra de Cranachs.
El gobierno dijo que su familia había decidido previamente no intentar recuperar los Cranachs y que había informado al gobierno sobre esa decisión por escrito.
Von Saher luego demandó en una corte federal en Los Ángeles. El tribunal de distrito eventualmente consideró pruebas en el caso pero falló para el museo, diciendo que el Estado holandés poseía válidamente las pinturas cuando las vendió.
El Noveno Circuito
acordó que el caso debería terminar en favor del museo.
"El gobierno holandés actuó con autoridad para transmitir las pinturas después de que los predecesores de Von Saher no presentaron un reclamo", escribió la jueza Margaret McKeown.
Esta dijo que el tribunal estaba evitando "enredar a nuestras cortes domésticas para volver a litigar asuntos largamente resueltos enredados con asuntos exteriores".
El Noveno Circuito
aplicó la "doctrina del acto de Estado", que requiere que las acciones tomadas por soberanos extranjeros dentro de sus jurisdicciones sean consideradas válidas.
"Sin lugar a dudas", escribió McKeown, "el saqueo nazi de las obras de arte fue una atrocidad moral que obliga a una respuesta gubernamental apropiada". Pero el registro ... revela un transporte oficial del gobierno holandés".
Von Saher aún puede pedirle a un panel más grande del Noveno Circuito y al Tribunal Supremo de Estados Unidos que reconsidere su caso. Lawrence M. Kaye, su abogado, dijo que aún no ha decidido si apelar.
“La señora Von Saher está decepcionada por la decisión y está considerando su próximo paso en su larga y frustrante batalla para lograr justicia en este caso", señaló.
akc