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abida.ventura@eluniversal.com.mx
La zona arqueológica de Monte Albán, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, está en riesgo. Los sismo de septiembre provocaron severos daños en unas cinco estructuras que requieren trabajos de atención estructural para evitar más daños. Para ello, el World Monuments Fund (WMF) anunció que aportará un millón de dólares para su restauración.
La organización privada internacional, dedicada a la preservación de sitios de arquitectura histórica y patrimonio cultural en el mundo, indicó que debido a los daños que provocó el sismo, la zona arqueológica fue incluida en la lista 2018 del World Monuments Watch, iniciativa que tiene como fin llamar la atención internacional hacia los sitios del patrimonio cultural amenazados o en riesgo por desastres naturales.
Al ser incluido en este programa, el sitio arqueológico, uno de las más importantes de Oaxaca, recibirá el apoyo económico de esta organización con sede en Nueva York.
El proyecto contempla atender los daños que el sismo de septiembre pasado dejó en unas 15 estructuras dentro de Monte Albán y la sección norte de Atzompa, de las cuales, cinco presentan afectaciones severas y requieren apuntalamiento estructural de emergencia para evitar el colapso.
Lisa Ackerman, directora de Operaciones y Vicepresidenta Ejecutiva del World Monuments Fund, dijo a EL UNIVERSAL que el proyecto comenzará en julio de este año y detalló que el apoyo a esta zona arqueológica se da después de evaluar una serie de sitios dañados por los sismos de septiembre. “Monte Albán fue destacado como uno de los más vulnerables”, aseguró.
Ackerman añadió que también fue elegido por ser un Sitio Patrimonio Mundial que “incorpora valores universales excepcionales que dan cuenta de los grandes logros de la cultura zapoteca”, además de que se trata de un destino turístico importante que contribuye a la economía local.
Indicó que las estructuras del sitio presentan daños por los sismos de septiembre, pero también han acumulado afectaciones por movimientos telúricos del pasado, por lo que este proyecto representa una oportunidad para realizar estudios geotécnicos con el fin de entender el comportamiento de los edificios y hallar alguna medida de prevención para protegerlos de futuros desastres naturales de este tipo.
El proyecto se realizará con la colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y participarán estudiantes del último semestre de arquitectura e ingeniería, quienes realizarán un trabajo de investigación y documentación en una primera fase.
“Durante más de 50 años, World Monuments Fund ha ayudado a restaurar edificios y lugares que definen los valores de una comunidad después de desastres naturales. Ahora tenemos la oportunidad de salvaguardar uno de los sitios arqueológicos más importantes de México al tiempo que empodera a su comunidad”, comentó por su parte Joshua David, Presidente y CEO del WMF.
La organización dijo que el proyecto es posible gracias a las aportaciones económicas de American Express, del empresario Roberto Hernández Ramírez, de la Fundación benéfica Robert W. Wilson y a las donaciones adicionales de la Charities Aid Foundation de Canadá y la Fundación Mary Street Jenkins.
Diego Gómez Pickering, Cónsul general de México en Nueva York, también declaró que esta colaboración permitirá “devolver la esperanza y el optimismo a la gente de Oaxaca, y a aquellos para quienes Monte Albán es un motivo de orgullo”.
Los sitios culturales dañados durante esta tragedia, agregó, no pertenecen sólo al pueblo mexicano, pertenecen a la humanidad”.
Después de los sismos de septiembre, Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología del INAH, reconoció que Monte Albán fue la zona arqueológica más afectada.
Indicó que el sitio registró daños graves en una de sus estructuras y derrumbes en el Juego de Pelota. “Si no se atiende, se puede volver algo muy grave, podemos hablar de colapsos”, advirtió en octubre.
El arqueólogo señaló que una de los edificios más dañados era la Estructura A de la Plataforma Norte del sitio, la cual se había deslizado unos milímetros por los movimientos del sismo. La estructura sufrió algunos desprendimientos y fisuras.
En el Juego de Pelota se cayó parte de un muro y se restringió el acceso a esa área.