El 14 de febrero de 1922 las autoridades del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, y las municipalidades de sus alrededores organizaron una

El festejo tenía el objetivo de crear un vínculo de amor y respeto entre la niñez hacia estos enormes seres vivos.

La celebración también se aprovechó para reconocer el trabajo de periodistas mexicanos, por lo que las autoridades decidieron plantar un árbol “para consagrar la memoria” de cada distinguido hombre en la sobre la Calzada de los Periodistas, la cual uniría el Bosque de Chapultepec con la Casa de Salud del Periodista.

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Texto de: Ma. Angélica Navarrete Rodríguez

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