Teresa Serrano (Ciudad de México, 1936) lleva más de 40 años haciendo arte conceptual que cuestiona al patriarcado, que señala la violencia causada por el narcotráfico y que es testigo de la migración. Tras décadas de dedicarse a esta labor, la artista dice sentirse enojada: “Me siento como un volcán en erupción”. El motivo es que en todo este tiempo parece no haber mejora en las problemáticas sociales que le interesan.
Serrano hace esta reflexión a propósito de la inauguración de su exposición retrospectiva titulada Mírame, te veré de vuelta, en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO).
La artista eligió el título de la exposición, que representa lo que le gustaría lograr con esta retrospectiva: que sus obras planteen interrogantes al público.
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Serrano descubrió “tarde” su vocación, a los 35 años y tras divorciarse. Comenzó con clases de pintura, pero se “clavó” y se mudó a Nueva York para estudiar arte, donde conoció el arte conceptual. Ahí fue donde decidió emprender el camino del artista, uno que la ha llevado a exponer en recintos nacionales como el Museo de Arte Moderno, Museo Amparo, Museo Universitario del Chopo y en recintos internacionales como el Museo Whitney (Estados Unidos), el Museo Reina Sofía (España) y Kunstmuseum Wolfsburg (Alemania).
En la retrospectiva que fue inaugurada ayer hay 80 obras que abarcan desde los años 80 hasta una pieza inédita de 2024, Desayuno de Monet. Están sus obras más famosas, como Amapola (2017), un video sobre la estigmatización de esta flor por ser parte de la producción de heroína; Techo de cristal (2008), pieza audiovisual en la que plantea el ambiente al que se enfrentan las mujeres en el campo laboral; MM (Mujer Maravilla) (2006), que cuestiona las expectativas y presiones que se ejercen sobre las mujeres; así como las esculturas 52 semanas, 52 años y Lágrimas.
Pero también se exhiben piezas que no se han presentado al público en más de 30 años y ahora la artista tiene curiosidad de saber cómo serán recibidas.
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¿El título plantea un juego de reflejos entre la obra y el público?
Te veré de vuelta es una mirada que se contesta. Entonces, yo espero que eso suceda, que la gente que vea las piezas se interrogue, o se dé cuenta de lo que propongo. Pienso que el fundamento, lo más importante en el arte, es llegar a cuestionar, que haya inquietud. Si eso lo logro con el título, voy a estar muy satisfecha, muy contenta.
¿Qué diferencia tiene esta retrospectiva de otras que ya ha tenido en el pasado?
Esta retrospectiva es una visión de una persona muy joven (Brenda Fernández Villanueva). Me gustó muchísimo esta visión más joven, es una visión diferente, quizá más espontánea. Seleccionó cosas que no se habían exhibido hace a lo mejor 30 años y que en esa época no cuestionaban tanto como ahorita. Por ejemplo, hay unos dibujos de gallos de pelea, El amor y la pasión, donde estoy hablando de la competencia y la muerte. En esa época todo el mundo iba a una pelea de gallos o a los toros, y ahora pues es casi un pecado, esta parte que ha cambiado tanto sobre derechos animales. Creo que se va a cuestionar, va a tener a lo mejor reticencia, a lo mejor les gusta. No sé lo que va a suceder.
¿Cómo presentaría su obra al público que no la conoce?
Mi pensamiento está muy claro ahí y la reacción de la gente al verla será a favor o en contra, pero me encantará que haya esa reacción, una reacción, la que sea. Siempre me he dirigido de la misma manera a la gente, soy muy coloquial al hablar, me gusta ser muy directa y pues si me preguntan voy a contestar como te estoy contestando a ti. No podría decir qué va a pasar, ¿me entiendes? Pero lo que me da gusto es que el museo me dé esta oportunidad enorme de presentar la obra y generar eso, preguntas y respuestas.
En la exposición se retoman los temas sociales que ha trabajado a lo largo de los años, pero viéndolo en retrospectiva, parece que mucho no ha cambiado.
Creo que estamos en un momento gravísimo en el que el deterioro es muy terrible, notorio, la violencia es ya casi institucional y me da una tristeza enorme, pero no puedo decir que progresamos. El problema de la violencia pues es para todos, porque antes eran las mujeres, yo trabajé mucho con las mujeres de Juárez y nadie se enteraba que las estaban matando. Pero ahora ya no son solamente las mujeres, todos los días aparecen los niños, los hombres muertos. Todos los días. Ya es parejo, es una guerra infernal. No se mueren tantos en Ucrania con una guerra verdadera y aquí en México con una guerra subterránea es una cosa espantosa.
¿Por qué dice que es violencia institucional?
Digo institucional porque no veo que arreglen nada, no veo que haya una investigación para nada, para nadie, o sea, no les estamos importando mucho.
¿Hay progreso en el tema de los derechos de las mujeres?
Sí hemos ganado las mujeres, definitivamente creo que hemos ganado bastantes puntos importantes, pero pues no tenemos todavía la igualdad que necesitamos. Ahí vamos, peleamos muy bien. En México creo que las mujeres jóvenes han sido muy claras y que lo han hecho bien. Nada es fácil en la vida, cuesta mucho trabajo, costarán más años, pero hemos ganado enormes cosas, muchísimas cosas que han sido para bien, para los derechos de la mujer, el respeto.
¿Qué tema es el que ahorita le interesa tratar en sus nuevas obras?
Mira, no tengo todavía una respuesta para eso porque ser artista es pensar mucho, las ideas vienen según las alcanza uno, están en el aire y uno las alcanza. Día a día veo cosas y se me van ocurriendo, pero no te puedo decir a dónde voy, es algo muy difícil. He estado trabajando en violencia de género, en volcanes, por ejemplo, erupciones de volcanes porque eso es lo que nos está pasando. Ahora no sé, voy a entrar en una etapa diferente sobre migración, yo creo que por ahí me voy a ir.
¿Por qué dice que las erupciones de volcanes es lo que nos está pasando?
A ver, ¿tú qué lees en el periódico todos los días? Es una violencia muy terrible y no se ve que se pueda arreglar esto, entonces el enojo me crea una idea de un volcán en erupción, así estoy yo, como un volcán en erupción. Es lo que nos está pasando.
En esta muestra presenta una obra inédita, Desayuno de Monet, ¿podría platicarme más de esta pieza?
Es un bosque virtual, no hay plantas, es un bosque de espejos muy bello, donde estás rodeado de estos árboles que no son reales y tú te ves detrás de esos árboles en un espejo. Y al caminar tú te estás viendo dentro de ese espejo, dentro de ese bosque, es completamente virtual. ¿Cuántos bosques hay? Muy pocos. Todo es por Internet, te aparece en la pantalla, pero la realidad no existe para la persona que la ve. Eso es lo que hice, un bosque virtual, un bosque en el que la gente se mira pero no existe realmente el bosque. Lo hice con la idea de hacerle un homenaje a Monet por Desayuno en la hierba. Es bonito hablarlo, pero es más bonito verlo.
¿Qué se le viene a la mente ahora que ve su obra reunida en un espacio?
Es muy bonito ver una obra junta en un museo, poner toda una trayectoria, una búsqueda de tantos años. Da gusto, pero también me cuestiona. Es como cuando una persona te pregunta tu opinión, la das y ocho días después dices: “Debí de haber dicho esto otro”. Bueno, pues cuando haces arte, lo realizas, lo ves, y me pasa. La mayoría de las veces se ha acertado, pero hay veces que digo “pude haberlo hecho de otra manera”. Te vas cuestionando en buen plan.
La exposición Teresa Serrano: Mírame, te veré de vuelta estará abierta hasta el 23 de febrero de 2025 en el MARCO.