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El editor y ensayista Daniel Goldin dio a conocer a través de una carta que en 2019 sí renunció a su cargo como director de la Biblioteca Vasconcelos porque el entonces nuevo titular de la dirección general de Bibliotecas, Marx Arriaga , lo desconoció como responsable y le exigió desocupar su oficina; además, indicó que no utilizó el recinto como "un patio de juegos" y que durante su administración se realizaron dos mil actividades.
Por tanto, dijo, el hoy director general de Materiales Educativos de la SEP "miente y profiere aseveraciones difamatorias".
Hace unos días, en una entrevista para un medio de comunicación digital, Marx Arriaga, aseguró que Goldin buscaba "mantener a sus trabajadores" de honorarios, pues tenía una nómina de cerca de 15 millones de pesos anuales, lo cual, dijo, no se sostenía pues sólo se tenía un presupuesto de 10 millones para la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, compuesta por más de siete mil bibliotecas, por ello le pidió reducir el personal, pero aseguró que Goldin no aceptó. Además, negó haber pedido a Goldin que desocupara su oficina y llevara su escritorio al sótano.
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Al respecto, Goldin, respondió: "Dice Arriaga que mi renuncia se dio después de un supuesto acuerdo en el que yo manifesté mi oposición a su programa de trabajo. Es falso. Según consta en el documento que entregué a la secretaria Alejandra Fraustro el 31 de enero de 2019, del cual él tiene copia, mi renuncia se debió a que ese mismo día, en una reunión con todo el personal de la biblioteca a la que no se me permitió entrar, él señaló que a partir de ese momento el personal de la biblioteca a mi cargo sólo recibiría instrucciones directamente de él".
Y añadió: "A pregunta expresa de si eso representaba mi destitución, él respondió que no. Acto seguido me solicitó desocupar la oficina que hasta entonces yo ocupaba y llevar mi escritorio al sótano. Dice Arriaga que nunca tuvo ese diálogo conmigo y que en la Biblioteca Vasconcelos “ni siquiera hay un sótano”. Me pregunto por qué, si recibió copia de mi renuncia el 1 de febrero de 2019, se tardó tanto tiempo en desmentirme. Por lo demás le recuerdo que, según el DRAE, sótano es 'un recinto de un edificio situado por debajo del nivel de la calle'. Y que las oficinas administrativas justamente se encuentran por debajo del nivel de la calle".
En su momento, la salida de Goldin, así como los términos en los que dejó la biblioteca, provocó que intelectuales y escritores le manifestaran su apoyo y solidaridad . Desde entonces, Arriaga había negado los hechos. Hasta ahora, Goldin se pronuncia al respecto.
Sobre el personal del recinto y el presunto presupuesto que se ejercía, Goldin advirtió que Marx Arriaga "de manera deliberada o mostrando nuevamente su ignorancia acerca de los principios básicos de la administración pública", confunde las partidas asignadas a la Biblioteca Vasconcelos y las asignadas a la Dirección General de Bibliotecas, así como los capítulos relacionados con los servicios personales y las partidas asignadas a la adquisición de materiales.
"Como cualquier administrador público sabe, los recursos de ambos capítulos no se pueden transferir entre sí. Los 15 millones de pesos que menciona en realidad eran 8 y se solicitaron para contratar por honorarios al personal que apoyaba los servicios bibliotecarios o las actividades educativas y culturales. Sin ese personal la biblioteca no podía funcionar. ¿Cuántas personas se contrataron con esas partidas después de mi salida?", cuestionó.
En la entrevista, concedida a Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, conductores del programa Los periodistas , Marx Arriaga también aseguró que los 10 millones de la Red Nacional "se iban en la adquisición de 8 mil revistas de Letras Libres y Nexos ". E insistió en que la condena que hubo a la salida de Goldin, se debió a que "los escritores" venían a la Vasconcelos "como un salón de juegos, como un patio privado donde podían hacer sus presentaciones, una caja chica para poder sacar recursos"; además, la cancelación de las revistas también provocó "una ola de ataques".
Dichas aseveraciones, dijo Goldin, "tendrá que comprobar debidamente", pero aseveró "categóricamente que fracasará en el intento". E informó que durante su periodo se realizaron dos mil actividades educativas y culturales como talleres para bebés o adultos mayores, círculos de lectura, conferencias, conversatorios, funciones y festivales de cine, seminarios, exposiciones, recitales y conciertos.
Y señaló que entre los invitados figuran el ex presidente de Uruguay, José Mujica, Judith Butler, Moisés Naim, Pilar del Río, José Sarukhán, Elena Poniatowska, Diana Magaloni, Federico Navarrete, Horacio Franco, Vicente Rojo, Alfredo Vilchis. Alejandro Magallanes, entre muchos otros creadores o investigadores de enorme prestigio y muy diversas disciplinas y posturas políticas.
"Menos de la mitad de ellos eran escritores, pues nunca concebimos que una biblioteca pública deba ser un territorio exclusivo para los interesados en las letras. Gran parte de esto lo realizamos con la colaboración de más de 90 instituciones públicas y privadas, nacionales y extranjeras. No realizamos ninguna en coordinación con las revistas Letras Libres o Nexos", escribió.
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Y aclaró que las suscripciones a esas y otras publicaciones periódicas se realizaban desde la Dirección General de Bibliotecas y no desde la Biblioteca Vasconcelos. Por ello, cuestionó: "¿Lo ignora o quiere deliberadamente confundir?".
Respecto a los dichos de Arriaga sobre que Goldin tenía "un jardín privado para meditar". Goldin aclara que se refiere al vivero que fue creado antes de que de dirigir el recinto y que conservó como un "almácigo para abastecer al jardín que rodea la biblioteca".
"Ese espacio no contaba con las condiciones de seguridad para abrirse al público, por lo que estaba prohibida la entrada. Para meditar sobre mi trabajo yo prefería escuchar y platicar con los usuarios", sostuvo Goldin.
Por todo esto, señaló Goldin en su carta: "El actual director general de Materiales Educativos de la SEP miente y profiere aseveraciones difamatorias que afectan mi trayectoria y empañan los logros realizados por el equipo que tuve el honor de dirigir durante los 5 años y 50 semanas en que estuve al frente de la Biblioteca Vasconcelos".
Y sugirió a Arriaga que dé a conocer el reporte de su trabajo al frente de la DGB, como él se entregó de su gestión como director de la Vasconcelos, a fin de tener "discusión pública constructiva".
Finalmente, Goldin sostuvo que el país se enfrenta a desafíos que obligan a construir políticas de largo aliento sustentadas en datos y diálogo respetuosos.
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