"Nuestra intención es inspirar a través de la obra de Sor Juana, sobre todo en un momento y un contexto histórico donde los derechos de las mujeres están otra vez en cuestión; donde el contexto histórico político es muy específico y lo que Sor Juana representa es justamente esta resistencia a seguir con los sueños y la libertad", afirma la cantante Magos Herrera, quien hizo junto a Paola Prestini la música y el libreto de la ópera "Primero sueño", inspirada en el poema homónimo de Sor Juana y que se presenta hasta el 26 de enero en los claustros del Met de Nueva York. Además del trabajo conjunto, Herrera interpreta a Sor Juana y Prestini orquesta la música.
Prestini cuenta que ella y Herrera son amigas desde hace diez años. "Las dos escribimos el texto. En el pasado ya habíamos hecho una pieza llamada Con Alma, así que ya teníamos un especie de lenguaje en conjunto, pero eso fue un proceso complejo y profundo. Son casi dos años que llevamos trabajando en la obra".
Era primordial, continúa, darle un tratamiento realista a las palabras de Sor Juana: "Darle a las palabras un sentido profundo entre la escena y la música". Lo que se hizo, retoma la palabra Herrera, fue extraer lo esencial: "El Primero sueño es un poema complejo, multidimensional, lleno de imágenes. Fue hacer una extracción de lo esencial para adaptarlo a la mente contemporánea, lo cual también fue traducido en esta puesta en escena que dirige Louisa Proske, a manera de ópera procesional, ocupando los diferentes espacios del claustro del Met y utilizando elementos del equipo creativo coreográfico, así como esculturas de alambre del artista mexicano David Herrera, que nos ayudaron a dar esa multidimensionalidad de la mente del poema".
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En escena hay once artistas. Prestini destaca la presencia de "dos músicos increíbles, un italiano que se llama Luca Tarantino y un paraguayo, que vive en México y se llama Celso Duarte; ambos tocan en el Ensamble Sjaella, este grupo increíble de Alemania de seis cantantes mujeres".
La ópera, además, va transitando por los claustros. "Cada cuarto tiene un capítulo diferente de la poesía. Empieza, por ejemplo, con Sor Juana escribiendo en uno y después se llega a otro", continúa Prestini. Una especie de método diferente para lograr el acercamiento entre los propios personajes y el público: "La palabra ópera en italiano quiere decir trabajo. La verdad es que, como vemos hoy la ópera, la experiencia de todo en un palco, no es como lo fue en el tiempo de Monteverdi; entonces, la experiencia de la ópera era otra. Esto es un poco experimental, pero la verdad es que la ópera contiene muchas posibilidades, muchas formas de interpretación. Sí, es una ópera del presente, pero siempre será una ópera".
La obra tiene, además, elementos de orquestación vocal, clásica, jazz, improvisación y elementos electrónicos.
Magos complementa: "En esta visión de ópera contemporánea nos estamos apoyando de unas proyecciones fantásticas, que evocan estos momentos de la mente y del poema multidimensional; que evocan tanto las estatuas como la idea piramidal del ascenso del alma. A lo largo de la procesión se van viendo estas proyecciones. También tenemos un elemento interesante: los escudos de monjas que, digamos, se hicieron con una tecnología particular, como objetos de proyección, objetos de iluminación que van contando los secretos de las monjas".
De entrada, abunda Herrera, fue primordial, más allá de su carácter complejo y profundo, que el poema fuera accesible al público, sin que la palabra de Sor Juana perdiera fidelidad: "Hicimos una extracción de lo esencial del poema. El público va a escuchar las palabras de Sor Juana, tal cual, pero con los diferentes momentos. Por eso es que lo hicimos así: el hecho de que sean diferentes cuartos es tan lindo porque en cada cuarto hay, por un lado, la narrativa del poema que va contando diferentes momentos, pero también hay proyecciones con diferentes momentos de este ascenso del alma. En el libreto son muy claros los diferentes peldaños que fue escalando Sor Juana para este ascenso y su posterior caída. Fue uno de los puntos más importantes para nosotras que esta historia fuera realmente asequible para el público de hoy".
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Sobre el contexto político que atraviesa Estados Unidos y lo que representa que una mujer latina presente una obra en uno de los recintos más prestigiosos del país, Prestini afirma que "Nueva York es una ciudad muy abierta. Es un lugar perfecto para traer ese tipo de obra, específicamente una obra donde estamos trayendo esas palabras tan poderosas que todavía tienen relevancia. Es un momento duro para las mujeres, creo que por eso la gente necesita este mensaje y necesita ver a mujeres apoyando a otras mujeres, mujeres interesadas en el pasado. Esa es una obra del siglo XVII que todavía tiene mucha importancia. Hemos tenido muchos brazos abiertos por este trabajo y somos afortunados de que lo presentaremos en el atrio de catedral de Puebla Capital en diciembre; también estamos en conversaciones de traerlo otra vez a Nueva York después".
"Es un momento difícil políticamente en América, pero la verdad es que el arte siempre será el método para unir a la gente. Eso es lo que queremos", concluye Prestini.
Las artistas cuentan que actualmente están en pláticas para presentar el "Primero sueño" en Ciudad de México.
melc