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La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), adscrita a la Secretaría de Educación Pública (SEP), no da una en cuanto a la promoción de las colecciones de libros que tiene en su sitio web. Hace unos días tuvieron que salir a corregir un gazapo por titular “La Ileada” en lugar de La Ilíada, de Homero; un par de días después los lectores detectaran otro “pequeño” error: todas las portadas de la colección de los llamados “Clásicos verdes” llevan debajo del título de cada obra el nombre de José Vasconcelos, como si éste fuera el autor. En menudo problema se metió la Conaliteg, quizás fue la prisa con la que el 16 de octubre cambiaron hasta la imagen de su página para conmemorar los 99 años de que José Vasconcelos se convirtió en el primer Secretario de la SEP, día en el que anunciaron: “Incluimos en nuestro catálogo digital dos de sus colecciones: ‘Los Clásicos Verdes’ y ‘Lecturas Clásicas para Niños’”, tal como afirmó la institución en Twitter. Nomás que no aclaran que José Vasconcelos, el llamado “Apóstol de la educación” no es el autor sino quien ideó y mandó editar esas colecciones. A ver si para el centenario, que se conmemorará en 2021, ya les cayó el veinte.
El Vaticano responde a petición, pero en conferencia de medios
A una petición informal, una respuesta informal. Así se puede resumir el proceso por el cual el gobierno de Andrés Manuel López Obrador solicitó a El Vaticano el préstamo de tres Códices y mapas de Tenochtitlan, a través de una carta que la esposa del mandatario, Beatriz Gutiérrez Müller, entregó hace unos días al Papa Francisco. Fue un proceso que, nos recuerdan, no llevaron ni la Cancillería ni la embajada de México en El Vaticano, como procedería en asuntos diplomáticos. Pues la respuesta a la petición se dio este fin de semana, pero vía conferencia de prensa... lejos, una vez más, de los canales diplomáticos. El Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, doctor en Derecho Canónico, respondió retomando las dudas que muchos especialistas han manifestado, por aquello de que como son piezas consideradas Monumento Histórico, una vez que entren al país, ya no podrían salir, de acuerdo con la legislación. ¿Será una regalo o un préstamo?, planteó como pregunta. E incluso cuestionó si cabría la posibilidad de reformar la ley, en ese caso. ¿Habrán entendido?
