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Carlos Lara, integrante de la A.C. Artículo 27, publica el libro "El salario emocional de la Cultura. El precariato como modelo de gestión, en el que analiza la situación actual de la gestión cultural en México, tanto el proceso de enseñanza así como las personas que desempeñen esta labor. Además realiza una serie de propuestas para salir de la precarización.
El libro es editado por Morlis Books y está constituido por dos partes, en la primera narra lo que caracteriza el precariato y cómo el sector cultural —en particular la gestión cultural— “está inmersa en el precariato. En la segunda parte abordo el lado “b” de la creación, donde muestro algunos retos y debates pendientes, como son los derechos de autor”, explica Lara.
En entrevista, el especialista en legislación cultural asegura que la gestión cultural es una profesión en “ciernes”, porque en 2000 hubo un encuentro de gestores culturales que se realizó en el Instituto Cultural Cabañas, ubicado en la ciudad de Guadalajara.
En dos décadas de trayectoria, Carlos Lara ha recorrido el país, ha continuado con su formación académica y ha trabajado tanto en el sector público como en el privado, pero el año pasado, durante una reunión con gestores culturales que se realizó en Zacatecas, escuchó una intervención que llamó su atención de forma particular.
Luego de estar en Zacatecas, Lara inició un proceso de reflexión: “De forma constante escuchamos frases como ‘Por amor al arte’, ‘Nuestro granito de arena’ o ‘Nuestra aportación’. Siempre estamos preocupados por la parte del tejido social pero nunca por el salario económico. En diciembre, por ejemplo, muchos colegas no pudieron cobrar su salario, es decir, te enfrentas a la realidad y ves que mucha gente vive del salario emocional, y es a esto lo que llamo el precariato”.
Algunos casos también forman parte del libro, con los que evidencia que “se avientan a todo”, es decir, en encuentros de Gestión Cultural ve que se incluyen nuevos factores de debate.
“Ahora hay es un academicismo en el que se pierde tiempo y esfuerzo, cuando tenemos problemas graves como la falta de pago para algunos gestores o la dignificación de la profesión”, ejemplifica.
El especialista también busca terminar con la precariedad, por ello en un apartado comparte “cuatro posibles bases para salir del precariato”. Luego publicará otro texto con casos de éxito. “Sí se puede, el tema es ver desde dónde quieres jugar, si quieres estar de lado del Estado ya sabes que las condiciones son precarias, y si quieres estar en el mercado tienes que desprenderte de muchos tabúes”.