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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
El bendito y generoso absurdo vuelve a ser el gran motor del escritor Francisco Hinojosa. Está presente en toda su obra y es el leitmotiv de la historia más reciente que ha publicado: El caso del insoportable niño aburrido José Rubencito y su odioso perro Hércules. Una historia breve para niños muy lectores que cuenta las aventuras y desventuras de José Rubén Carafina, su horrible perro Hércules, y la niña, escritora en potencia, Suspiro Corazón Vidales del Valle.
Esa pequeña escritora que va adecuando la realidad a conveniencia de la historia que quiere escribir, es un álter ego de Pancho Hinojosa, el narrador que fue el primer Embajador Filij, y autor de La peor señora del mundo, el más grande best seller de la literatura infantil mexicana. Un escritor que se divierte con sus historias llenas de absurdos y que apuesta por sus personajes y la imaginación.
“De alguna manera por eso digo que esa pequeña escritora es un poco mi álter ego, empieza con una situación pero luego le pide a la realidad que haga algo para que esto funcione. Que un perro muerda a una persona pues es común, pero que un niño muerda a un perro, eso sí queda bien para su historia. Ella está buscando y pidiéndole a la realidad que le dé material para que después, cuando ella se ponga a escribir, empiece a imaginar; ahí es cuando empieza esa verdad de escritora y es cuando empieza a imaginar las situaciones; al médico, al juez, a todos les va inventando una historia. Así se escribe”, afirma el narrador en entrevista.
Hinojosa dice que es así como ha logrado atrapar a muchos lectores, con personajes como éstos, con situaciones que no son las que están acostumbrados a leer los lectores. Dice que para él la lectura es divertimento y libertad de imaginación, por eso le fascina el absurdo.
Las líneas generales de El caso del insoportable niño aburrido José Rubencito y su odioso perro Hércules (Ediciones El Naranjo) las comenzó a escribir hace como 15 años y arrancó como todas sus historias, con la construcción de los personajes. “No tengo una historia, no tengo una idea que defender, tengo unos personajes, entonces lo que hice fue construir al primer personaje, a José Rubencito, y ponerlo en una situación, hacer que fuera muy distinto, es un niño distinguido y elegante, en cambio el perro es muy feo y es violento, son mundos muy opuestos”.
En la historia, Hércules, el odioso perro de José Rubencito muerde a un anciano, ese curioso incidente ocurrido en el Parque Central, lleva al chiquillo, a su perro y a la niña escritora que conoce durante el incidente, a una aventura que pasa de la retención en una patrulla, a una defensa ante un juez y de allí a una estancia en un zoológico y luego a un circo, donde exhiben sus habilidades.
“Pienso que si mis personajes vivieran, yo no les gustaría porque sé que los meto en muchos aprietos. A este pobre de José Rubencito lo metí una semana en la jaula de un zoológico donde además le están poniendo unas tremendas inyecciones”, relata Hinojosa, y asegura que cuando escribe “me pongo más como ante los ojos de un niño que ve el mundo como una flor”.
Francisco dice también sentirse más cómodo escribiendo historias breves que novelas de más de 100 páginas, y aunque asegura que es muy lento para escribir y más para corregir, en el último año ha publicado cinco obras nuevas y en febrero entra a imprenta una novela sobre las emociones y los sentimientos que escribió junto con su esposa.