Con la renovación del Ala Michael C. Rockefeller del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (MET, por sus siglas en inglés), la historia de la antigua América se integra de forma actual y dinámica a este importante museo, dedicado a contar el pasado de las civilizaciones del mundo.
Parte de esta renovación estuvo a cargo de la mexicana Laura Filloy Nadal, doctora en Arqueología por la Universidad de La Sorbona, quien trabajó la curaduría de la Sala de Arte de la Antigua América del Ala Rockefeller, que muestra piezas provenientes de México, Sudamérica, el Caribe y La Patagonia, y que fue inaugurada el sábado pasado y ya está abierta al público.
El Ala Rockefeller abrió en 1982 y fue de los últimos espacios en inaugurarse en el MET, tiene la vocación de mostrar lo que faltaba en el mapa general del museo para realmente abarcar la mayoría de los territorios del planeta, y en 2021 fue cerrada por trabajos de remodelación.
“Debido a los años que han transcurrido, tanto el edificio como el guión curatorial necesitaba reinventarse e intervenirse, es un proyecto que comenzó hace 10 años, con la mirada de mejorar espacios e infraestructura y hacer uso de las nuevas tecnologías que se tienen a la mano, incluso para iluminarla mejor y, claro, mejorar guiones y contenidos”, detalla Filloy Nadal en entrevista con EL UNIVERSAL.
La también restauradora de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel Negrete detalla que esta renovación era necesaria, ya que las grandes investigaciones arqueológicas acerca de diversas culturas prehispánicas se han realizado en los últimos 40 años.
“Por poner un ejemplo, el proyecto del Templo Mayor de Tenochtitlan, a finales de los 70; los señores de Sipán en Perú, a finales de los 80; los estudios de la epigrafía, que en estos años han sido vertiginosos y que hoy nos permiten entender más cosas son ejemplos de la necesidad de renovar los contenidos”, dice.
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Esta renovación destaca por ser colaborativa, ya que investigadores de América Latina se unieron para trabajar los contenidos museográficos, así como diferentes recursos didácticos para complementar la experiencia de visita.
“Colegas mexicanos como Leonardo López Luján y Diana Magaloni, y peruanos como Gabriel Prieto y costarricenses como Francisco Delgado fuimos llamados a participar para aumentar el acervo de información”, explica.
En 2022, junto con la investigadora Joanne Pillsbury, Filloy Nadal asumió el liderazgo de la curaduría; ambas fueron las responsables de la nueva configuración de este espacio dedicado a contar, a través del arte, la historia de las culturas de América Latina.
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El resultado final incluyó 700 piezas y vestigios que son parte de la colección del MET, a excepción de una estela maya de la región de Piedras Negras, y que es un préstamo permanente de la República de Guatemala.
Las 700 piezas incluyen desde pequeñas figuras hasta grandes esculturas y los materiales son variados: hay cerámica, pintura mural, textiles, orfebrería, trabajos en lapidaria, en concha, es decir, es muy rica en su contenido histórico, detalla la investigadora.
“Aprovechando el espacio de la sala, arrancamos con lo más antiguo, lo del norte, que incluyen piezas de 1200 antes de nuestra era, y avanzamos geográficamente y culturalmente hacia Centroamérica hasta el siglo XVI; continuamos en otra sala a partir del siglo XVI y vamos bajando a la zona de Sudamérica, pero aquí va a la inversa, empezamos de los más reciente y terminamos con los materiales más antiguos en la parte sureña del continente”, detalla.
Una de las joyas de esta renovación es la inclusión de una sala dedicada a la historia de los textiles de América Latina.
“Esta sala es una joya porque es la primera vez en Estados Unidos que se dedica toda una galería al arte textil, y esto tiene que ver con la idea de que en el pasado había materiales de prestigio, que ahora no los vemos así, pero para las culturas mesoamericanas los textiles eran muy valiosos, quizá más que el oro, y eso es lo que queremos transmitir, la forma en que estas culturas transmitían ideas a través de diferentes materiales”, explica.
Filloy Nadal destaca la importancia de las piezas de orfebrería, ya que el MET cuenta con una colección de vestigios con metales preciosos, que en la puesta en el museo se pensaron para comparar las diferentes técnicas artesanales y materiales.
Sobre lo que se incluye de México, la sala principal arranca con vestigios de Teotihuacan; también hay una zona dedicada a los mayas y otra a los mexicas, mixtecas y del Occidente, así como culturas de la zona de Monte Albán.
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Una curaduría pensada en la migración
La arqueóloga remarca que una de las principales ideas que atraviesa a la sala es la migración en todos los sentidos, desde ideas, materiales, conceptos y personas. “Estamos convencidas (Joanne Pillsbury) de que América es producto de esas migraciones que comenzaron hace 2 mil años y que continúan hoy”.
En la sala se incluye un video de un mapa que muestra la forma en que el continente se ha hecho a través de distintos procesos migratorios. “Estos procesos pudieron ser forzados, como la gente que vino de África, o voluntarios, como la gente que vino de Europa, y es que juntos hemos conformado este crisol de diversidades en todo el continente”, detalla Filloy Nadal.
Además explica que si bien la sala detiene su discurso en el siglo XVI, la intención del MET es señalar que hay tradiciones que se mantienen vivas y conservan su legado cultural. “Terminamos el mapa señalando los cientos de lenguas indígenas que todavía se hablan en el continente, la idea del MET es conectar con el resto del globo a través del arte”.
Un cambio relevante, apunta la investigadora, es que se respetaron los nombres originales de las culturas, como en el caso de los mexicas, a quienes generalmente se les conoce como aztecas en EU.
A pregunta expresa sobre las políticas antiinmigrantes del gobierno estadunidense y el trabajo del MET de mostrar la diversidad migratoria, Filloy Nadal dice que es el momento ideal para mostrar la riqueza de la diversidad cultural del continente. “Debemos entender que EU se ha hecho de inmigración, tiene a sus culturas originarias, pero se ha hecho de la suma de estas migraciones que no paran y que lo han hecho lo que es el día de hoy; el MET celebra la diversidad y celebra las culturas de manera universal y con estas salas les da voz a otras culturas que no estaban tan presentes”.
Añade que uno de los objetivos del MET es trabajar en más contenidos en español. “Contenidos como las cédulas principales de esta sala están en español y en línea, así como algunos otros visuales y una audioguía; también hacemos trabajos con puertas abiertas a la comunidad, como visitas transversales donde hablaremos de las salas con gente que provienen de las regiones que se aprecian en la sala”, explica.