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En mayo de 2019 y a cuatro meses de tomar posesión como director ejecutivo de Diplomacia Cultural de México en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) , Enrique Márquez protagonizó la primera de varias polémicas que marcaron su trayectoria en la Cancillería.
Sin tomar en cuenta a la propia Cancillería y tampoco a la Secretaría de Cultura anunció a través de su cuenta de Twitter –la cual, hace pocos meses cerró y cambió por una nueva— la intención de México de abrir una sede del Pompidou, anuncio que tuvo –y que tiene aún— grandes implicaciones. Aunque en ese momento no había pandemia, se acababa de presentar el proyecto prioritario para Chapultepec y había quedado claro que los recursos para Cultura, a lo largo del actual gobierno, se destinarían a ese gran proyecto presidencial y, entonces, una sede del Pompidou en México refrendaba ese tipo de políticas.
Márquez escribió en Twitter: “Hoy encabecé la primera visita de trabajo encaminada a lograr esa maravillosa oportunidad”, en referencia al Pompidou. Eso llevó a cuestionar si esa la razón por la que la titular de Cultura canceló su visita a Francia , donde iba a asistir en Lille, a la inauguración del Festival Eldorado , en el que México era invitado de honor, en esa semana de mayo de 2019.
Pocos días después, Márquez; el canciller, Marcelo Ebrard ; la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto , encabezaron en el Palacio de Bellas Artes la presentación del Consejo de Diplomacia Cultural, integrado, entre otros consejeros por Juan José Bremer, Enrique Norten y Silvia Giorguli, un consejo que no ha significado mayores cambios y proyectos en la política cultural de México en el exterior –que, sin duda, la pandemia por Covid-19 detuvo todavía más-.
Aunque una de las acciones que Márquez adelantó al inicio de su gestión es que impulsaría una mayor coordinación con otras entidades del gobierno federal, como la propia Secretaría de Cultura, estas acciones no fueron más allá de la creación de este Consejo de Diplomacia Cultural. Tampoco se concretaron proyectos como el centro cultural de México en Centroamérica, en Tegucigalpa; en cuanto a la promesa de mayor promoción del conocimiento artístico, científico y tecnológico con apoyo de estudiantes mexicanos en el extranjero, hoy la realidad de muchos de estos estudiantes dista de ser la mejor.
Más allá de la operatividad de este consejo, la propia existencia de la dirección de Diplomacia Cultural ha sido cuestionada, en su origen. El exagregado Cultural de México en Chile y Colombia, periodista y fundador del Grecu de la UAM, Eduardo Cruz Vázquez, en el sitio de Paso Libre (https://pasolibre.grecu.mx) cuestionó que formalmente no existe esa dirección ejecutiva, lo que impedía conocer, por ejemplo, de los viajes y comisiones de Márquez.
“Resulta que no se puede dar razón de una Unidad Administrativa que no existe en la norma, en la estructura de la dependencia pública. La Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural tiene la vida que le da Marcelo Ebrard en la ilegalidad”, cuestionó Eduardo Cruz en su texto: “Ilegalidad en la diplomacia cultural; ¿por qué así, Marcelo Ebrard?”.
Otro polémico asunto donde estuvo comprometido Márquez fue a raíz de una exposición de Vicente Rojo en Madrid, en el primer semestre de 2019. Rojo lo llamó “usurpador de funciones” al presentarse como promotor de una exposición de pintura y escultura del artista, en la Casa de México en España, “exposición –escribió Rojo en una carta al diario “La Jornada”-- que ¡ya había sido inaugurada algunas semanas antes!, y en cuya organización él no había intervenido en lo absoluto”. En ese mismo espacio, el artista Vicente Rojo pedía al canciller que: “como a mí no me gusta que corran a nadie, simplemente encomendara al señor Márquez la tarea más anodina posible”.
Finalmente, la más reciente polémica fue el cese de Jorge F. Hernández como agregado cultural de la Embajada de México en España, un caso Márquez y Hernández presentaron distintas versiones de los hechos, marcado por temas como censura, misoginia, libertad de expresión, espionaje y amenazas; y luego, la designación, esta semana, de la escritora Brenda Lozano para ocupar el cargo que dejó Hernández, lo que sigue generando amplios cuestionamientos en las redes sociales de quienes consideran que no debe estar ahí porque ha sido muy crítica del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
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