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A lo largo de su historia, -además de su amplio catálogo- Cartier ha diseñado joyas y relojes por encargo de algunas y algunos de sus clientes; entre las y los que se encuentran figuras muy importantes, como celebridades e integrantes de la realeza; María Félix fue una de las compradoras más asiduas de la firma francesa, pues a lo largo de su haber mandó a hacer una infinidad de piezas, elaboradas todas con oro, piedras preciosas y diamantes de gran valor monetario.
El primer encargo que "la Doña" realizó a la marca fundada por Louis-Francois Cartier fue en 1968, época en que ya se había convertido en una consagrada actriz del cine de oro mexicano, luego de su debut en la pantalla grande durante la década de 1940.
Se trató de uno de los trabajos más ambiciosos que solicitó a Cartier, pues se trataba de un collar con forma de serpiente, que da la impresión que se mueve, de hecho, esta sería una de las características que Félix solicitaría en trabajos posteriores; que la firma lograra que los movimientos de los animales diseñados, se asemejaran a la naturaleza con que andan dichas especies en sus hábitats.
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Pero lograr que la serpiente luciera como un auténtico reptil, en las condiciones más hostiles, no fue el único reto al que se enfrentaron los diseñadores de la marca, sino a lograr incrustar los 2 mil 473 diamantes que lo conforman, a lo largo de los 57 centímetros en que se extiende.
Para lograr que el collar de reptil con el que la actriz, originaria de Álamos, Sonora, posó en diferentes eventos, se necesitaron miles de horas de trabajo, de acuerdo con la página de la firma.
Este sería el primer de muchos trabajos que Félix encargaría; 14 de estas piezas fueron exhibidas en la primavera del año pasado en el Museo Jumex en la exposición titulada "El diseño de Cartier: un legado vivo".
En la inauguración de la expo, Pierre Rainero, director de estilo, imagen y patrimonio de Cartier, dijo a "EL UNIVERSAL" que las joyas de "la Doña" expuestas no eran todas las que la actriz, fallecida en 2002, había adquirido, sino las más representativas.
De hecho, confió que, uno de los dos brazaletes con panteras que la actriz envió a hacer en 1990, y que adquirieron para que formaran parte de su acervo histórico, decidieron conservar sólo uno.
"Decidimos sólo quedarnos con uno para el archivo y el otro lo vendimos, no compramos todo, sino las piezas con significado y un brazalete era suficiente", admitió.
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En este sentido, la casa de joyas presentó en esta exhibición -como ya mencionamos- 14 piezas:
Collar serpiente, 1968, con platino, oro blanco, oro amarillo, diamantes, esmeraldas y esmalte.
Pendientes de clip serpientes, fabricados con oro amarillo, oro rosa, rubíes, diamantes y esmalte.
Broche pantera, de 1973, elaborado con oro blanco, platino, diamantes, esmeraldas y ónix.
Collar Cocodrilo, de 1975, hecho con oro, diamantes, esmeraldas y rubíes.
Lo más especial de este collar que tiene dos cocodrilos que, al ser separados, se convierten en un par de broches.
Se cree que la actriz se presentó con dos crías de cocodrilos con quien confeccionaría el collar para que plasmase la interacción natural de las especies.
Cinturón, de 1976, confeccionado con siete monedas de oro de 50 pesos mexicanos, seis monedas de oro de 20 pesos mexicanos, gamuza y forro de cuero.
Pendientes de clip, 1976, oro y esmeraldas.
Anillo pantera, de 1976, con platino, diamantes, esmeraldas y ónix.
Conjunto (collar y broche) tigre, de 1986, con oro, diamantes, esmeraldas y ónix; algunas de las partes de la pieza son giratorias, como la cabeza; las patas y la cola también pueden articularse.
Par de aretes criollos tigre, de 1989, de oro, diamantes y ónix.
Brazalete con doble cabeza de pantera, de 1989, hecho a base de oro blanco, platino, diamantes, esmeraldas y ónix.
Collar y brazaletes con motivos de pantera, de 1990 y 1991, fabricados con oro blanco y amarillo.
melc