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El derecho a la cultura, dice José Ramón Cossío, es tan importante como el derecho a la salud o la educación, pues así se establece en la Constitución. Sin embargo, se ha considerado que está sujeta a las limitaciones presupuestales o a las políticas públicas del gobierno en turno; por ello, añade, a la cultura, concebida como una prestación “graciosa que se hace desde el poder”, se le da el contenido que el poder considere que debe tener.
Así lo explicó Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y columnista de EL UNIVERSAL en la mesa “Democracia y autonomía de poderes”, que formó parte de los “Diálogos Ciencia y Cultura” que coordina el investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, Bolfy Cottom. Participaron además el poeta David Huerta, el etnólogo Sergio Raúl Arroyo y el cineasta Nicolás Echevarría.
Cossío añadió: “Pareciera que hay una relación entre política de gobierno y contenidos culturales. Es como si dijera que les daré lo que yo quiera, no lo que ustedes tienen derecho, y se los daré en la forma que yo quiera. Por ello, debe haber una apropiación de los ciudadanos de los contenidos constitucionales y convencionales, es decir, los tratados internacionales que tienen que ver con la cultura. Se tienen que abrir los procesos de exigencia para que se reconozca la obligatoriedad”, explicó.
“No hay una apropiación de los habitantes para considerar que el desarrollo cultural está consagrado en la Constitución”; José Ramón Cosío, Ministro retirado de la SCJN.
Y es que, dijo, se considera que las acciones del Estado no son de carácter obligatorio sino que las realiza cuando mejor le parece o las desarrolla en la medida en la que hay presupuestos o cuando se crean políticas públicas que las permiten.
“No hay una apropiación de los habitantes para considerar que el desarrollo cultural, a través de distintas modalidades, está consagrado en la Constitución. Pensamos que sí tenemos un derecho a la protección de la salud, a la educación, a asistir ante un juez, pero no nos queda tan claro que se tendría que hacer una construcción establecidos en la Constitución y en lo tratados internacionales en materia de cultura”, indicó Cossío.
Por su parte, David Huerta coincidió con Cossío e indicó que la cultura no se ha visto como un interés nacional. “La salud o la energía son necesarios, son de interés nacional, la cultura no. Llegar a ese punto tomará tiempo, pues se dice que lo prioritario es la vida, y la cultura se puede posponer, y no es así, no podemos posponerlo, la cultura le da sentido a todo lo demás y debe ser igual de importante que los sectores estratégicos como Pemex. La cultura no es un interés sectorial”, indicó.
Y añadió: “En los dos últimos años hemos tenido un interlocutor que ha abdicado de su responsabilidad, nos ha dado la espalda. La necesidad de discutir se da en un espacio como este. Los intereses de la cultura no deberían sólo ser de interés de una comunidad, sino de todos”.