"Había una vez un cuento que contaba cierta historia y, ahora, ese cuento se ha convertido en algo que puede verse en escena y que le regala al público una experiencias, a nivel emocional y estético", explica Henry Torres Blanco, codirector junto a Ángel Arámbula de "LAK- versión extrapolada del Lago de los cisnes", obra de la compañía tijuanense Lux Boreal, que podrá verse en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo hasta el 18 de agosto.

Esta versión revisitada del "Lago de los cisnes" es descrita por Torres Blanco como una extrapolación —el título lo dice— que toma los puntos cruciales de la obra y, bajo esta óptica, reconstruye ciertas posturas estéticas o dramáticas de la narrativa original: "Lo que hacemos es una especie de elipsis desde 1800 hasta el presente: lo que nos toca vivir y la forma en que leemos una trama o relación de personajes".

Permanece —continúa— la realeza, la parte mística y de hechicería, pero desde una mirada más centrada en el presente. Una síntesis en cuatro actos de danza contemporánea, que dura alrededor de 70 minutos. "Básicamente estos son los símbolos, ¿qué es un lago?, ¿qué es un bosque?, ¿cómo lo interpretamos hacia algo contemporáneo en escena?, ¿cómo revisitamos a esa princesa?, ¿qué vacíos tiene que llenar el poder de la madre de Sigfrido, que es el personaje original?", se pregunta el codirector.

Nueva versión del "Lago de los cisnes" en el Teatro Guillermina Bravo. Foto: Alex Chiu.
Nueva versión del "Lago de los cisnes" en el Teatro Guillermina Bravo. Foto: Alex Chiu.

"Hay una falta de acompañamiento por parte de un rey que no existe; hay una relación con otros personajes que llenan los vacíos, como lo es el narrador, el consejero de la reina y que también es el mejor amigo de la princesa. Esas cuestiones que siguen vigentes a lo largo del tiempo se replantean en esta nueva puesta en escena", explica y destaca, como un factor importante, las brechas generacionales: el cómo una persona, durante la adolescencia, aspira a salir de un patrón y formato; el cómo todos, en algún momento de la vida, nos lanzamos a un mundo desconocido que hace un llamado —y, si no lo hace, al menos es muy atractivo—, un mundo desconocido que es, en realidad, el cisne que remite a un sitio místico.

Sobre la compañía Lux Boreal dice que, a pesar de tratarse de una compañía que entrena ballet, el lenguaje de la obra toma cierta distancia del ballet y se acerca más a las técnicas contemporáneas de la danza-teatro, el teatro acción y la acción física; lejos de la línea y el virtuosismo del ballet, "con sus parámetros que, estéticos y muy establecidos. Aquí exploramos el lenguaje del cuerpo, de un cuerpo que choca, que los pone en circunstancias románticas o de conflicto. En la obra prevalecen estos aspectos universales de las relaciones, pero la forma en la que se practica, su lenguaje, es distinto".

Es verdad, reconoce, que un clásico de estas dimensiones conlleva el reto de no caer en el cliché del romanticismo. "Nos enfrentamos a la expectativa; de repente, el espectador ata cabos al ver situaciones que se dirigen por caminos que no son los habituales, a nivel escénico y narrativo. Nuestro reto es que las pistas, los cabos fundamentales de el Lago de los cisnes permanezcan en la lectura; que el espectador no se pierda ni se extravíe demasiado; que no termine por no entender. Hay un límite donde la expresión contemporánea del arte no permite crear puentes con el espectador. Quisimos alejarnos de él", concluye.

"LAK- versión extrapolada del Lago de los cisnes" podrá verse hoy, a las 20:00; el sábado, a las 19:00, y el domingo, a las 18:00 horas.

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