“Lágrimas de sal” es el proyecto artístico y fotográfico en el que ha estado trabajando la artista Elina Chauvet (Chihuahua, 1959) desde hace aproximadamente una década. Esta obra, al igual que su famosa instalación “Zapatos rojos”, aborda el tema de las mujeres desaparecidas.
“He querido hacer un homenaje a las madres (buscadores) y a las mujeres desaparecidas. Está dedicado a las familias que sufren estas ausencias y este proyecto busca generar consciencia sobre un fenómeno que afecta a México”, dice Chauvet en entrevista.
La obra parte de entrevistas que ha hecho Chauvet a madres desaparecidas, de ahí toma alguna de las frases más destacadas y las escribe con sal, para simular las lágrimas saladas, frente a las playas de Mazatlán. Estas escenas fueron fotografiadas e impresas en formato postal, donde en la parte de atrás viene más información sobre la mujer desaparecida, como una ficha de búsqueda.
“Están inspiradas en el arte postal. Normalmente la gente envía cuando viaja, es como una búsqueda simbólica a través de la postal. Muestro la imagen bonita de la playa turística, que la gente se quiere llevar. Fusiono todos estos elementos en la postal que en realidad es una ficha de búsqueda”, detalla la artista.
La circulación de las postales serán una forma de activar la pieza. Las postales, así como las fotografías podrán ser adquiridas de forma permanente en la galería Adhesivo Contemporary, ubicada en C. Gobernador Ignacio Esteva 51b, San Miguel Chapultepec, lo recaudado será donado a grupos de activistas.
Además de “Lágrimas de sal”, Chauvet presenta su instalación “Zapatos rojos” de forma efímera en el Museo de Memoria y Tolerancia, pese a que en 2021 había dicho a este diario que consideraba no volver a presentar la obra al estar decepcionada por la situación de feminicidios en el país. Sobre qué le hizo cambiar de opinión, Chauvet dice que la situación se ha desarrollado de forma distinta y que sigue siendo una obra necesaria.
“Ya se logró lo que yo buscaba, que fuera una obra que pudiera llevar reflexión a las personas; creo que la pieza ya logró su cometido, desde el principio no quería el control de la pieza, sino cuidarla, que no se distorsionara y ahora “Zapatos rojos” es reconocida en muchos países, hace conciencia y es un símbolo”.
“Zapatos rojos” cumplió 15 años este 2024 y se mantiene vigente, viajando por el mundo, a países como España, Italia y Argentina, lo cual hace ver que la violencia a la mujer es una problemática que no se ha superado. Sobre la situación actual del país, en cuanto al tema de combatir la violencia doméstica sí ha visto un progreso, pues al menos ya se habla con menos tabú. Sin embargo, Chauvet reconoce:
“El problema continúa, sigue y va a seguir, desgraciadamente, durante mucho tiempo, porque un cambio de pensamiento y un cambio social no se da de la noche a la mañana, es un proceso. Hace 15 años el tema de la violencia sólo se veía por las muertas de Juárez, porque la violencia doméstica era más privada, había este dicho de ‘la ropa sucia se lava en casa’. Hacerlo público para mí era urgente y en las nuevas generaciones ya veo que las mujeres están alerta e identifican las formas de violencia. He visto un cambio, una evolución y eso me da esperanza”.
“Zapatos Rojos” estará expuesta en Memoria y Tolerancia hasta el 10 de diciembre.