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Tatiana Cuevas, directora del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) dijo que ya se tiene “todo el inventario de daños, de los vidrios que se rompieron en la fachada, los que hay que reemplazar, de todo el barandal perimetral de la fachada del museo; adicionalmente, junto con la coordinación de Cultura UNAM, se están valorando los daños a la librería Julio Torri”. Los daños en el museo y en la librería, continuó, se reportan de manera conjunta porque se están atendiendo con la Dirección General del Patrimonio Universitario (DGPU). En la explanada del museo y la escultura La Espiga, de Rufino Tamayo, también hubo afectaciones (pintas), esto tras las pintas y destrozos que el Bloque Negro hizo el pasado domingo en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante la segunda marcha contra la gentrificación, y tras la publicación de un posicionamiento en el que la UNAM condenó los actos.
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Sobre un estimado económico de lo que representan los daños, Cuevas explicó que están “en espera de la valoración del Seguro, pero nosotros estamos procediendo a los trabajos de reparación de manera inmediata. Estamos en periodo vacacional, el museo lleva cerrado dos semanas, como toda la Universidad. Estamos trabajando para abrir al público el miércoles 30. Las reparaciones van a tomar más tiempo, pero vamos a estar en la posibilidad de abrir con toda seguridad”.
Informó que ayer, lunes, a la una y cuarto de la madrugada, la Universidad presentó, ante el Ministerio Público de Coyoacán, una denuncia por daño en la propiedad. Lo que sigue es “atender los daños. Lo primero que hicimos fue asegurar que todo al interior del museo estuviera en buenas condiciones y asegurar, evidentemente, las condiciones de climatización de las salas para el correcto resguardo de las obras que están en exhibición, y abocarnos a la reparación de los daños para poder continuar con nuestra oferta cultural y abrir al público en la fecha estipulada”.
Debido a que los protocolos de seguridad están activos, abundó, se pudo asegurar, afortunadamente, el interior del recinto y proteger las obras y bienes que allí se resguardan. “Lamentablemente sí, la fachada fue dañada”.
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Ante la destrucción y saqueo en el CCU, la postura es clara: “La Universidad y el museo dependemos de la libertad de expresión, la libertad de protesta, pero de manera pacífica y en el marco del respeto. Siempre invitamos al diálogo, a escuchar las distintas posturas y la condición plural de nuestra sociedad. Ciertamente, la polarización actual cancela de alguna forma la escucha, pero es algo que nos toca promover desde la cultura y los recintos culturales de la universidad. Estamos claros en que a nadie le benefician estas conductas violentas y que desvirtúan las causas originales de una protesta, como fue el día de ayer. El comunicado de la UNAM fue muy claro en condenar estas acciones, que ciertamente encontramos lamentables. Tanto la Universidad como el Museo somos un foro de diálogo, escucha, análisis y reflexión sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad y lo hacemos desde el arte. Nos compete ser un espacio de encuentro, reflexión y tolerancia. Sin embargo, no somos el destino de esas quejas. Aquí no podemos resolverlas”.
Ayer, figuras de la cultura como Antonio Lazcano, Eduardo Matos, Graciela de la Torre, Adriana Malvido, Bolfy Cottom, Jacobo Dayán y María Minera, entre otros, firmaron un comunicado expresando su repudio e indignación ante estos actos vandálicos, exigieron esclarecer los hechos y manifestaron su inquietud por la infiltración de grupos responsables de agresiones en protestas pacíficas.