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Bogotá, Col.- La moda es un asunto serio en Bogotá. La séptima edición de Bogotá Fashion Week, organizada por la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), arrancó el pasado martes en el Teatro Julio Mario Santo Domingo con un recital de baile, en homenaje a la diseñadora y artista Olga Piedrahita, una de las figuras más relevantes en la moda colombiana, que cumple 35 años de trayectoria. El trabajo de Piedrahita destaca porque en los años 80 creó su marca homónima, que se caracteriza por mezclar arte y diseño y apostar por la moda lenta, abriendo camino así a una generación de diseñadores.
La inauguración fue un evento que reunió a diseñadores de moda colombianos, compradores internacionales y figuras políticas, como el alcalde de la ciudad Carlos Fernando Galán y al expresidente de Colombia César Gaviria. Y cómo no tener ese nivel de convocatoria cuando la industria de la moda genera 216 mil empleos formales directos y durante el 2023 registraron ventas por más de 29 mil millones de pesos, que representa el 1.3% del Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad.
Para este año, el presidente de la CCB, Ovidio Claros, espera superar la cifra de ventas que la Fashion Week alcanzó el año pasado, que fue de 2.5 millones de dólares. El año pasado, el evento generó una derrama económica en la ciudad de 61 mil millones de pesos.
“Queremos que Bogotá sea una sede de grandes eventos y actividades culturales, económicas y de moda y este es un gran ejemplo de esa apuesta”, dijo el alcalde de Bogotá en la inauguración.
El homenaje a Piedrahita consistió en la presentación de “Animal Farm”, una danza en siete tiempos interpretada por bailarines de El Colegio del Cuerpo (eCdC), una escuela y compañía de baile que surgió en 1997 como una propuesta de educación para la paz. La coreografía es obra de Álvaro Restrepo, fundador de eCdC y pionero de la danza contemporánea en Colombia.
Las prendas cobraron vida en el escenario y lograron tener un rol protagónico en la pieza. El vestuario fue diseño de la propia Piedrahita, quien aprendió de diseño de modas de forma autodidacta, y la ropa tuvo gran protagonismo. Con cambios de vestuario en escena, los bailarines portaron coloridas prendas coloridas que mezclaban una amplia variedad de estampados, para el resto de la pieza —cuyos tiempos se titulaban “El espíritu del ave”, “Puñado de Tierra”, “Conquista y lengua” y “Aún hay mucha voda en esta tierra”, se usaron vestidos, conjuntos de falda y saco, y pantalones en color blanco y con contornos negro, con estampados típicos de cartagena de indias, como el sombrero vueltiao.
La Bogotá Fashion Week estará hasta el 24 de mayo en el Ágora Bogotá. En el evento exhiben 110 marcas de Bogotá, entre las que se encuentran Colectivo sostenible, Cala de la Cruz, Andrea Landa, Papel de punto, La Petit Mort Studio, Tejidos Rebancá, entre otras. Un programa novedoso de esta edición es [ P u e n t e ], el cual conecta con diseñadores emergentes de la zona de San Victorino, un punto al centro de la ciudad que está cobrando relevancia en el sector moda.
Además el evento dedica también un espacio de reflexión en su programa de conversatorios con 60 expertos nacionales e internacionales. Entre los temas que se abordarán están la moda justa, pensamiento indígena, inteligencia artificial, moda latinoamericana, protección del patrimonio, geopolítica en la moda, sustentabilidad y más.