La pandemia obligó en sus periodos más álgidos al cierre de las librerías y puntos de venta porque en México no son una actividad esencial, eso llevó a la industria del libro a tener una caída en ventas superior al 25%, que significó dejar de facturar unos 3 mil millones de pesos en 2020. A dos años de la pandemia y de que el 1 de abril de 2020 se determinó el cierre de librerías, el impacto se ha superado y en este primer trimestre de 2022 el mercado del libro tiene una recuperación de 33. 8% en unidades (libros) y 43% en facturación, respecto al mismo trimestre de 2021.
Las buenas ventas y datos de recuperación se confirman también en el incremento de registros de nuevos títulos ante el Instituto Nacional de Derecho de Autor, a través del ISBN, que en 2021 cerró con 24 mil nuevos ISBN, 7 mil más que en 2020, donde sólo se registraron 17 mil 500 y que en números significó una reducción de 31.6% respecto a los títulos registrados en 2019. Pero la industria del libro enfrenta hoy un nuevo reto debido a la inflación que ha incrementado costo de las materias primas y ha elevado sus costos de producción más del 30%, pero sobre todo enfrenta un grave problema: la escasez de papel y la alza de su precio y de los fletes.
Los números positivos con los que cerró la industria del libro en 2021 y los mejores datos con los que cierra este primer trimestre son un alivio para editores y libreros. “En este momento podemos decir que estamos vendiendo más libros que en 2019 cuando no había Covid, con lo cual, sí, la recuperación ha llegado”, afirma David Pemán, gerente para Latinoamérica de Nielsen BookScan, empresa que hace mediciones en México de la venta de libros comerciales en formato físico.
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El experto hace un recuento de los daños. Asegura que en 2020 la industria cerró con una caída del 23.5% en unidades y menos 20% en facturación, en cambio el 2021 cerró con un crecimiento de 30.8% en unidades y 39.5% en valor de facturación, “la recuperación se hizo clara en 2021 y en 2022, en lo que llevamos del año, hasta el 12 de marzo, venimos creciendo 33.8% en unidades y 43% en valor, en comparación con 2021, con las mismas semanas”.
Pemán reconoce que la recuperación ha empezado a desacelerar, pero es natural, debe llegar a una estabilización, que espera sea en las próximas semanas cuando ya ese crecimiento que arrastraba la industria empiece a frenarse, “en México la recuperación llegó más tarde porque a nosotros nos gusta estar más en la calle, comprar el libro en la librería y porque México fue el país que registró la caída más grande en 2020”.
Lo que dejó la pandemia de positivo es que las ventas de libro físico en línea han cambiado el mercado y a las dos semanas del cierre de librerías, hace dos años, las cadenas libreras que ya contaban con librería virtual casi cuadruplicaron sus ventas; y hoy en día mantienen el doble de ventas por ese canal y los primeros meses de este 2022, representa 30%, por ejemplo de las ventas de Librerías El Sótano que llegan a través de su .com.
“Con el cierre de todas las sucursales a partir del 1 de abril el 2020 dejaron sólo abierto elsotano.com, a los quizás 15 días después fue que se dio el boom en las compras por Internet. México estaba un poquito atrasado, a la gente le daba miedo dar su número de tarjeta pero ante la pandemia no tuvo de otra, fue un salvavidas que tuvimos para las librerías que ya estábamos con comercio electrónico desde hace varios años, tuvimos un poquito más de ventaja”, señala Rodrigo López Ramírez, director general de Librerías El Sótano.
El librero asegura que en el momento del boom, en 2020, el 98% de sus ventas eran a través del .com. Hoy, las ventas de libros vía comercio electrónico también se han estabilizado, pero sí modificaron el mercado mexicano del libro.
Juan Luis Arzoz, quien la semana pasada terminó su gestión como presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), cita las mediciones de Nielsen BookScan y asegura que en cuanto a los puntos de venta de acceso público, estima que en 2021 se alcanzaron 25.2 millones de ejemplares y mil 60 millones de pesos en ventas.
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Los desafíos
La proyección de Pecmán es que este año a México va a llegar la estabilización, “ya llevamos tres o cuatro semanas donde el crecimiento ya es más bajo, entonces este crecimiento de 33.8% en unidades y 43% en valor, va a ir bajando a lo largo del año. Creo que vamos a cerrar el año con un crecimiento mucho más normal y no va a haber caída porque este impulso que llevamos es un colchón muy grande”.
Ante este panorama, la industria del libro enfrenta un nuevo desafío: la inflación que ha encarecido todos los insumos, pero particularmente los altos costos de papel, que además implica altos costos de los fletes, cuando hay fletes, porque también, dicen los editores, se han vuelto complicados.
Arzoz asegura que lo encarecido tiene que ver con que con el cuidado del ambiente se produce menos celulosa, pero también no hay fletes y los que hay son carísimos para trasladar el papel de China, Finlandia, Sudamérica, Canadá. Y eso ha significado un incremento en el costo de los libros, que en estos dos años de la pandemia han tenido un incremento muy importante y en muy poco tiempo.
“La inflación está siendo general en todos los países, pero en México se sumó la devaluación del peso, esos dos factores han llevado a un precio del libro más alto. En lo que llevamos de 2022 el precio medio del libro es de 305.37 pesos; en las mismas semanas de 2021 era de 239.27 pesos, y en las mismas semanas de 2020, de 222.04 pesos. A los Editores les ha subido mucho el papel, les ha subido mucho la impresión, les ha subido en general los gastos de distribución los gastos de gasolina... y la devaluación”, asegura Pemán.
Arzoz dice que no es que los editores estén tratando de recuperarse vía incremento de precios en los libros, “sería como darse un balazo en el pie; se ha incrementado debido al precio del papel”, dice y señala que además las papeleras ahora producen mucho papel para la paquetería de las plataformas de mercado electrónico que en pandemia también tuvieron un boom.