“En México hay una economía de la desaparición forzada que se ha agravado y crece sin control”, asegura el antropólogo social mexicano e integrante de El Colegio Nacional, Claudio Lomnitz, y agrega que la desaparición forzada es un tipo de fenómeno que ha evolucionado de diferentes maneras, un fenómeno que tiene historia, “no es una cosa fija, no es que siempre haya sido así”. Y eso lleva, dice, a que sea más difícil entender la gravedad y también hace más difícil enfrentar el asunto.
El profesor titular en la Universidad de Columbia, donde es jefe del Departamento de Antropología y fundador del Centro de Estudios Mexicanos y director del Social Study of Disappearance Lab., apunta que la desaparición forzada realmente implica “un pensar en la sociedad, en la economía que ha traído consigo y en la relación de los usos de la violencia y de la desaparición porque es parte de nuestra sociedad y nuestra economía y es por parte de nuestro estado, no solo parte del estado, es el estado más otros actores”.
Claudio Lomnitz (Santiago de Chile, 1957, pero naturalizado mexicano) cita como ejemplo de la economía nacional la desaparición de inmigrantes, “Es una economía muy grande, la economía del manejo del flujo migratorio es una cosa enorme, es un flujo económico muy grande”, señala el investigador que conversó con EL UNIVERSAL, y que el pasado martes dictó la conferencia “Desaparición forzada, Estado y sociedad”, la primera sesión del ciclo “Pensar la desaparición”, que continuará los próximos cinco martes, a las 18 horas, en El Colegio Nacional.
Lee también La UNAM y yo
“La lógica de desaparecer migrantes no es una lógica de guerra, una lógica de desaparición para extorsionar a los familiares para que paguen cuotas cada vez mayores. Cuando estudié mi posgrado en California, en los años 70, 80, en esa época cruzar la frontera, además de que no había muro, era muy fácil. La gente contrataba un coyote para ayudarse a pasar y eran un par de cientos de dólares. Hoy día, ¿cuánto paga un migrante para llegar de Centroamérica a Estados Unidos? No estoy al día, pero son 12 mil, 15 mil dólares, estamos hablando de dinero muy significativo. La gente empeña sus propiedades para que lleguen desde Honduras, El Salvador, Guatemala, hoy hay una economía de otra escala. Antes era gente que te ayudaba a llegar y tú le dabas un dinerito. Ahora ya es crimen organizado”, afirma.
Para el investigador, el análisis debe partir de que hay un buen número de migrantes desaparecidos y no sabemos bien por qué, si es porque los familiares no pagaron el rescate o porque fueron obligados a entrar al crimen organizado, pero al final, por la razón que sea, es un hecho claro de que hay una economía de la desaparición, lo que él llama “tráfico humano” y que es totalmente distinta, por ejemplo, a la que ocurre con el narcotráfico entre cárteles en barrios urbanos, como también ha estudiado en las ciudades de Zacatecas y Guadalupe, Zacatecas, y de la que da cuenta la exposición En memoria del barrio, exhibida en El Colegio Nacional.
“Ahí la economía tiene que ver con el control de parte de los cárteles del narcomenudeo en barrios, en la búsqueda de control de monopolios, en la venta, en los barrios para cimentar control territorial en un contexto de guerra. Eso es distinto a la economía del tráfico humano. Por eso la idea del ciclo es pensemos un poco esto porque parte del problema de qué es la desaparición, es pensémoslo sociológicamente y pensémoslo también históricamente porque es un tipo de fenómeno que ha evolucionado de diferentes maneras, tiene historia, no es una cosa fija, no es que siempre haya sido así”.
Lee también Acusaciones contra director de seguridad del INAH son infundadas, afirma secretaría de Cultura
Reconocido por sus contribuciones al conocimiento antropológico de la sociedad mexicana y por sus aportaciones generales a la teoría y métodos para el estudio del nacionalismo, la antropología del Estado y la antropología de las sociedades nacionales, Lomnitz señala que la desaparición forzada actual está agravada, por lo que es falso decir que siempre ha sido así. “No siempre ha sido así. Eso no es cierto. Incluso yo soy suficientemente viejo para recordar una época en que no había esto o lo había muy excepcional y además era más bien hecho por el crimen común, no por crimen organizado”.
Claudio Lomnitz, quien ha sido profesor titular en la UAM-I, profesor e investigador asociado en El Colegio de México, Associate Professor en New York University, Full Professor en University of Chicago, Distinguished University Professor en la New School for Social Research y, a partir de 2006 Campbell Family Professor of Anthropology en Columbia University, señala que aunque es un fenómeno agravado y muy complicado, debe tener solución.
“Tiene que haberla, si no lo creyeran no me dedicaría a esto. Lo que pasa es que yo mismo no sé de política pública, entonces no sabría recetar, lo que sí puedo decir es que, para ejecutar un cambio lo primero que sí es necesario, en eso sí soy un gran creyente, es que debe haber investigación, investigación periodística, investigación científica; no se puede hacer un cambio eficaz si no se entiende qué es el fenómeno. Y no ha habido un diagnóstico o no ha habido diagnósticos realmente muy serios de parte del Estado. O sea, ha faltado voluntad para ver lo que pasa, en parte porque es muy amenazador lo que está pasando”, apunta.
Lee también Las sanciones que vienen en el INAH
Lo sabe bien porque ha dedicado los últimos cinco o seis años a analizar, estudiar, testimoniar y recabar materiales y trabajar muchos casos, sobre la desaparición forzada. Dice que la definición, que es relativamente joven, hace bastante hincapié en desapariciones que son orquestadas y ejecutadas directamente por actores estatales, por ejemplo, policías, soldados, guardia nacional; sin embargo, también habla de la desaparición forzada en casos de participación indirecta del Estado, donde la desaparición es ejecutada u ordenada por privados, y que sin duda en el caso de México es muy prominentemente el crimen organizado.
“Aunque no son sólo el crimen organizado, también puede ser el crimen corriente, el feminicidio, la violencia intrafamiliar, el secuestro; hay muchos diferentes motivos en un caso para desaparecer a alguien, diferentes factores, pero la definición jurídica de desaparición forzada incluye los contextos en que hay aquiescencia del Estado. Es decir, es donde el Estado no está tomando las medidas necesarias para remediar, para perseguir, para atender al tema”, asegura el investigador que se ha dedicado a aportar una perspectiva antropológica a la transformación del Estado y de la comunidad en el México contemporáneo.
El estudio de esa relación entre soberanía y Estado ha generado la publicación de la trilogía que Claudio Lomnitz publica con Ediciones Era: El tejido social rasgado (2022), Para una teología política del crimen organizado (2023) y Antropología de la zona de silencio, que comenzará a circular.
Lee también "El secreto de Marcial", una novela sobre la educación sentimental de un padre y un hijo
Dice Lomnitz que no es sencillo para los funcionarios ni para el Estado hacer las cosas porque se mueve mucho dinero.
“Entonces, entre el amedrentamiento y los intereses, es difícil; pero, además, no se podrá hacer algo sin diagnósticos detallados sobre de qué se trata. Hay gente en la gestión pública que sabe muchas cosas, pero no es algo que se puede resolver sin reconocer de qué va, qué es lo que está pasando, y quizás aquí pondría como ejemplo el estudio que deriva en la exposición En memoria del barrio”, apuntael integrante de El Colegio Nacional,
La exposición en esa institución es el resultados de una investigación realizada con el antropólogo zacatecano Fernando Moreno, que responde a eso que sociólogos y antropólogos llaman “un secreto público” en las ciudades de Zacatecas y de Guadalupe, no porque sea privativo de ellas, pero ahí lo estudiaron; tiene que ver con jóvenes de barrios que fueron diezmados, acabados en la guerra de narcomenudistas por controlar territorios para la venta de drogas.
Lee también Construyen la primera Universidad Rosario Castellanos en el Estado de México
“La exposición explica lo que es la construcción de los monopolios verticales, cada cartel quiere ser el proveedor único de drogas, de cocaína, de metanfetaminas, de marihuana de tal o cual colonia. Y resulta que si los jóvenes de tal colonia están vendiendo un producto que pertenece al otro cártel, entran y rafaguean para tratar de controlar ese barrio. Es la lógica de lo que los cárteles llaman una ‘limpia’, y luego los otros regresan y van al otro barrio a hacer lo mismo, y el efecto es que los jóvenes han estado siendo masacrados y desaparecidos en una economía que nos devora”, concluye el intelectual mexicano radicado en Estados Unidos.
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.