La demógrafa, socióloga y académica mexicanaingresará el próximo lunes 10 de febrero, a las 18 horas, a El Colegio Nacional con la lección inaugural titulada “Los senderos demográficos en el futuro de México”; en ese discurso que le será respondido por la bióloga Julia Carabias y cuya salutación estará a cargo de la viróloga Susana López Charretón, presidenta en turno de El Colegio, Giorguli enfatiza los tres senderos que representan tres de los retos más importantes que enfrentará nuestro país en las próximas tres décadas: el envejecimiento, el rezago en atención de adolescentes y la migración.

La maestra en Demografía por El Colegio de México () —institución que preside desde 2015 (es la primera mujer en dirigirlo y la más joven)— y doctora en Sociología por la Universidad de Brown, que cuenta con más de dos décadas de experiencia profesional, reconoce que el reto en este momento que se arma el Plan Nacional de Desarrollo, es que incorpore la visión demográfica “en un país que envejece, en un país que tiene todavía una alta tasa de embarazo adolescente, que tiene embarazos y uniones en niñas de 10 a 14 años, y que tiene una altísima mortalidad por homicidio, que hace que la esperanza de vida esté estancada”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la autora de varios libros sobre demografía mexicana, migración y educación, asegura que le gustaría que en este momento de construcción del nuevo proyecto de la administración que empezó el año pasado, se incorporara “de manera más eficiente y se viera la utilidad de los elementos demográficos para las políticas poblacionales ante el país que se está imaginando”.

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¿Para una trayectoria académica y de investigación tan intensa, qué le aporta su ingreso a El Colegio Nacional?

Soy una apasionada de la educación, en concreto, de la educación superior y la demografía, creo que la demografía es una gran herramienta que necesita posicionarse, tenemos mucho que decir y mucho que aportar en esta época de fake news y de tanta información falsa. Nosotros estamos todo el tiempo trabajando con datos, verificando e interpretando datos, tenemos mucho que aportar. Después de haber estado casi 10 años al frente de El Colegio de México, me entusiasma entrar a El Colegio Nacional porque me va a permitir dar voz y difundir más la investigación que hacemos desde la demografía, desde los estudios de población y migración, lo que aportamos en la investigación sobre género.

¿Con su ingreso entra el tema de la demografía a El Colegio Nacional?

En temas de población y demografía, en los 70, 80 se incorporaron a El Colegio Nacional dos figuras que fueron fundamentales para la creación de la disciplina demográfica actual, para la investigación demográfica y la formación de demógrafos: Víctor Urquidi y Gustavo Cabrera, quienes junto con Raúl Benítez fueron como la primera generación de demógrafos modernos que venían con toda una escuela de análisis demográfico que permitió hacer las primeras proyecciones de población en un momento de alto crecimiento y que ayudaron a cambiar la política de población.

¿Hoy hay políticas de estado para atención de la población o la demografía se ha desdibujado un poco?

Sabemos que en un par de décadas dejará de crecer la población y las preguntas y preocupaciones son distintas, pero la herramienta que da el conocimiento demográfico sigue vigente. Imagínese que Echeverría empezó como presidente con la idea de “gobernar es poblar” y terminó planteando que “La familia pequeña vive mejor”. O sea, en solo seis años se dio un cambio de pensamiento en el gobierno; y de hecho hay mucha gente que dice que la política de población de hace 50 años es una de las políticas más exitosas. En 2024 se cumplieron 50 años de la creación del Consejo Nacional de Población, de la emisión de la Ley General de Población, que cambió toda esa forma de pensamiento, y ahora, después de 50 años, con INEGI, que produce los datos sociodemográficos, hay toda una infraestructura para interpretar, generar proyecciones, diagnósticos que incorporan la investigación sociodemográfica con la que el país ha construido un marco institucional muy fuerte.

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¿Cómo ve las políticas de población de hace 50 años a hoy?

Cuando se creó la política de población no había política de género ni política de juventud, o sea, no había Instituto Mexicano de las Mujeres, no había un espacio de política social orientada a los jóvenes; ahora hay muchos temas y en medio de todos estos temas, el demográfico se diluyó, por eso creo que el reto en este momento que se está armando un Plan Nacional de Desarrollo es necesario que se incorpora esta visión de un país que envejece, de un país que tiene todavía una alta tasa de embarazo adolescente, que tiene embarazos y uniones en niñas de 10 a 14 años, que tiene una altísima mortalidad por homicidio, que hace que la esperanza de vida esté estancada.

¿Cuáles son los senderos y obstáculos en las políticas de población en el futuro de México?

El año pasado, el Consejo Nacional de Población publicó nuevas proyecciones de población que nos dan una idea de hacia dónde vamos si no hacemos nada. Uno de los senderos es el envejecimiento. Es un gran reto no solo para México, sino para todo el mundo, ¿cómo lo vamos a enfrentar? Ya sabemos que hacia 2053 la población de adultos mayores será mayor que los otros grupos de edad, ¿qué hacemos con esa información y cómo nos preparamos?

Otro de los senderos es la forma en la que organizamos nuestra vida familiar, la forma en que los y las mexicanas deciden casarse o no, tener hijos o no, en qué momento de la vida. Ahí tenemos un rezago muy importante de atención a la población adolescente. ¿Cómo disminuir el embarazo adolescente y niñas y adolescentes casadas antes de cumplir los 18 años?, ¿cómo ofrecerles otros caminos, en términos de opciones de educación, de construcción de un proyecto de vida, de trabajo?, ¿qué pasará con esas niñas cuando lleguen a la etapa de envejecimiento? Son senderos que se van entrecruzando.

Y el sendero más incierto es la migración porque de los tres fenómenos demográficos: mortalidad, fecundidad y migración, la migración es la más incierta, es la que da más cambios de un año a otro, la que es más difícil de predecir. Ahí tenemos varios retos, no solo de migración internacional, que llama mucho la atención, pero a nivel nacional ¿qué pasa cuando dejan sus lugares?, ¿cómo tienen acceso a la vivienda, a educación, salud? Todos esos son aspectos que sabemos que se van a dar en el futuro y la demografía da la posibilidad de anticiparlos y poder pensar qué dirección les quieres dar.

¿La migración por desplazamiento forzado es un reto mayúsculo?

En la administración pasada había una propuesta muy interesante de una ley de desplazamiento forzado, que finalmente se quedó en el cajón, ojalá sea una iniciativa que se retome y se pueda definir una estrategia de atención para la población desplazada forzada en esta administración que está empezando.

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¿Debe ser una política con perspectiva de género?

Se necesita un enfoque de género que vea que las necesidades de hombres y mujeres pueden ser distintos en atención, pero también hay otras cuestiones, como las muertes violentas que han estancado la esperanza de vida en México, sobre todo en el caso de los hombres, y también sabemos que ha habido avances muy importantes en la identificación y el nombrar, en el caso de las mujeres, el feminicidio. La forma de atender unos y otros requiere de políticas públicas con un enfoque de género.

Usted fue la primera mujer en presidir El Colegio de México, es la novena mujer en entrar a El Colegio Nacional y lo hace en tiempos de una primera mujer como Presidenta de México, ¿Por qué se impone una mayor expectativa?

Sí creo que hay una expectativa y una incertidumbre siempre en torno a la primera, en este caso, la primera mujer Presidenta de México o, en mi caso, que fui la primera mujer en estar al frente de El Colegio de México. Sí, creo que hay una expectativa diferente en términos de que si hubiera sido un hombre. Pero también creo que eso puede ser muy positivo en términos de los apoyos que están detrás de quien está llevando un liderazgo y siendo un modelo para otras mujeres, hablo de la presidenta del país. También creo que las formas de gestión de las mujeres pueden ser distintas, tener matices distintos a los de los hombres.

¿Es muy simbólico que ingrese con el espaldarazo de dos mujeres: Julia Carabias y Susana López Charretón?

Me da mucho gusto que esté Susana López Charretón y que Julia Carabias haya aceptado dar respuesta a mi lección inaugural. Reconozco y admiro mucho a Concepción Company Company, quien fue una de las que me postuló y me acompañó en todo este proceso, y me va a dar mucho gusto trabajar con las otras mujeres, todas con unas carreras muy destacables y en otros campos del conocimiento diferentes al mío y eso me entusiasma.

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