En los “Diálogos Ciencia Cultura”, realizados en los últimos meses de manera virtual, los científicos, artistas y escritores participantes coinciden en señalar y advertir acerca del desmantelamiento de las instituciones de ciencia y cultura durante el actual gobierno en México, y también cómo hay presiones a la libertad de pensamiento, pues es hostil todo lo que está fuera de la 4T.
Son reflexiones a las que se suman muchos de los ciudadanos que participan en estas mesas virtuales, que a lo largo de estos meses han dejado ideas claves sobre el presente de México y su futuro, sin duda.
Este martes fueron la historiadora del arte Graciela de la Torre y el cineasta y artivista José Antonio Cordero quienes hicieron una exposición inicial en la mesa llamada “Orwelliana: la crisis del Sector Cultural”, y luego se contó con participaciones de Antonio Lazcano, Nicolás Echevarría, David Huerta, Sergio Raúl Arroyo, además del coordinador de los Diálogos, Bolfy Cottom.
Graciela de la Torre, directora de la Cátedra Inés Amor, de la UNAM, hizo un recuento de la cultura en México entre 1988 y 2018, y la describió como un andamiaje cultural por el país, sus creadores y públicos, ejemplar a nivel internacional. Y agregó que lo que hoy se vive es “un declive aterrador”.
Explicó que esta administración se ha concentrado en dos proyectos, las conmemoraciones de los 500 años y por Independencia, y el de Chapultepec. En su opinión, hoy la cultura está en terapia intensiva: “La actual administración realiza un trabajo consistente para desmantelar el aparato cultural originado a partir la mitad del siglo pasado; desde la metamorfosis del Fonca --en quién sabe qué--, hasta la estocada que significó para el ya paupérrimo sector cultural el decreto del 23 abril del 2020 que dispone que no se ejercerá 75% del presupuesto operativo, y un 80.76% de recorte a la partida de la capacitación”.
Concluyó que durante la pandemia el gobierno dejó a los trabajadores en un estado de inédita vulnerabilidad. De la Torre, recordando a Orwell, y su libro “1984” citó el memorándum de la secretaría de Cultura Alejandra Frausto de que los servidores públicos eran “de tiempo completo”, y que lo debían ser “en los ámbitos laboral y mediáticos”. En ese sentido, dijo: “Dentro de la crisis lo que más preocupa es el acoso a la libertad de expresión y la vigilancia que ha habido, como la reciente contratación de Impacto Social Consultores, responsable de averiguar si habrá potenciales conflictos sobre Chapultepec y de quién vienen las opiniones contrarias”.
José Antonio Cordero hizo el recuento de las acciones, los colectivos, los artistas y artivistas, y el papel que han tomado a lo largo de esta crisis. “Estamos en una crisis, además de las políticas de cultura, en una crisis de acción de los principalmente afectados”. Luego expuso que se está utilizando a la Secretaría de Cultura como una bolsa del PEF para un uso que no está mandatado para esta secretaría, para obra pública en la Ciudad de México.
Tras citar casos de acciones de los artistas que no tuvieron eco entre legisladores ni en funcionarios, Cordero recordó el caso de la frase que generaron: “Sin cultura no hay acción ni cuarta transformación”, y cómo tras hacérsela llegar a un funcionario de la Secretaría de Cultura la respuesta de éste fue: “La cultura no necesita transformación”. Entonces, abundó en este caso: “Ese es otro gran eslogan de la Secretaría de Cultura: ‘la cultura no necesita presupuesto, la cultura existe’. Y se meten en esta argumentación de que ‘la cultura existe en, entre, con, sin, para por, desde’, (entonces) no es necesario que haya una participación del Estado en la producción artística”, finalizó Cordero.
El científico Antonio Lazcano destacó la coincidencia en el desmantelamiento tanto del aparato cultural, que ha comenzado por su contracción económica y cultural, y que es exactamente lo mismo con las ciencias naturales y exactas. “Es un punto de intersección que no debemos minimizar”.
De ahí la necesidad que existe de construir un espacio común de las actividades intelectuales, las artes, las ciencias naturales y exactas y humanidades, que, dijo tiene que comenzar por la crítica del pasado “donde nos neguemos a caer en la provocación lingüística de qué no criticar el pasado --cosa que siempre se hacía-- es estar saboteando el presente”.
Más adelante, dijo que los excesos a los que se ha llegado en la Cultura le recuerdan algunos a los que se ha llegado en el Conacyt; comentó que no hay diferencia entre los dichos del doctor Marx Arriaga sobre la lectura y los de la doctora Elena Álvarez Buylla “en el intento de hacernos sentir mal porque usamos una regadera en lugar de un temazcalli en casa”.
“No se puede decir que todo tiempo pasado fue mejor, pero claramente el presente y el futuro son peores de lo que había en el pasado y peor de lo que esperábamos”, concluyó Lazcano y añadió que “en este gobierno hay una actitud profundamente antiintelectual”.
El etnólogo Sergio Raúl Arroyo cuestionó cómo la pobreza y la visión de los indígenas son usados por la actual administración, y que precisamente los indígenas no han ganado nada, pero que son una coartada para dar golpes a otros sectores.
Consideró que lo más grave, junto con la militarización, las prebendas, los dineros dirigidos a todas partes y la política doctrinaria que busca perpetuarse, es el ataque y la hostilidad a lo que está fuera del costal ideológico de la 4T.
“Lo que está en juego hoy es la libertad. Lo ha dicho Antonio Lazcano. ¿Por qué coartar a la ciencia y la cultura? Porque ahí hay elementos que no se adaptan a lo que es una especie de proselitismo ideológico donde se quiere monopolizar el mundo político. Más allá de las negativas, lo que está en juego es la libertad, la libertad a largo plazo. Nos enfrentamos a una ideología que busca monopolizar la política en México”, concluyó Sergio Raúl Arroyo.
El diálogo se puede consultar en https://www.youtube.com/watch?v=ZYtHJiIDNiM
El siguiente diálogo será el 28 de agosto y participará el poeta y activista Javier Sicilia.