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Intelectuales, académicos, escritores y científicos como Helena y Emanuel Haro Poniatowska, Pablo González Casanova , Fernando Canales Lozano, David Barkin, Iván Restrepo , Jussara Teixeira, Néstor Braunstein, Gustavo Esteva, Tatiana Coll, Atlántida Coll, Eugenia Huerta, Claudia Boddek Stavenhagen y Manuel Peinbert firmaron hoy un desplegado contra “el negocio que se ha montado” para que el actual director de Siglo XXI Editores venda el 58% de las acciones de esa editorial, que representan 7 millones de dólares , a la empresa Merkcent Consulting and Funding, S.A. de C.V.
Como lo dio a conocer EL UNIVERSAL hace unos días, Jaime Labastida , accionista mayoritario de la editorial fundada en 1965 por Arnaldo Orfila y un grupo de intelectuales, escritores, científicos y profesores universitarios, fue autorizado por el Consejo de Administración de la editorial a vender sus acciones, que representan el 58.71%, a un grupo empresarial de Chihuahua dedicado a la capacitación de personal y a la gestión empresarial, jurídica y financiera, pero “sin ninguna experiencia editorial”, como lo señalan hoy en el desplegado titulado “Siglo XXI editores: respuesta al atropello”.
Los firmantes y accionistas de Siglo XXI Ediciones señalan que Jaime Labastida, quien dirige Siglo XXI desde 1990, “transformó la editorial en espacio de negocios calculados, que ahora culmina con la venta de las acciones que logró apoderarse, el 58% del total”, y que la operación, que asciende a 7 millones de dólares, “será el botín personal de Labastida, sin consideración alguna por el destino de siglo XXI”.
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Los accionistas dicen que a través de este desplegado hacen pública su legítima oposición a lo que llaman un “atropello” e invitan a todas y todos los accionistas a que acudan el 19 de marzo, cuando el Consejo de Administración ha convocado a una reunión, para hacer "saber a esos compradores que enfrentarán una oposición abierta y constante de un sector significativo de la sociedad mexicana . No nos quedaremos callados ante esta acción infame”.
En el documento que hoy hicieron público y que firman otros accionistas como Ana Esther Ceceña, Margarita Olsina, Margara Millán, Laura Rebeca Favela y Margarita Favela, María Helguera, Francisco Zapata Shaffeld, Policarpo Bastida, Julio Sheimbaum, María Rrosa Sabater y Paulina Vietez, Héctor Palacios, Carlos Rozo Bernal, Gabriel Nadal Almundi, Héctor Peralta y Alejandro Reza, cuentan la historia de cómo Jaime Labastida se apropió de las acciones de Arnaldo Orfila.
Afirman que Orfila y su esposa Laurette Sejourné, dejaron una carta- testamento , pero sin notariar, “no sintieron que fuese necesario pues no tenían propiedad alguna y asumían que estaban entre gente honesta y amiga” en la que establecían que sus acciones de Siglo XXI fueran para sus cercanos: Sergio Bagú, Rosa Cendreros, Alejandro López y Esperanza Rascón, Hugo y Mabel Galetti y Guadalupe Ortiz, el 20% para cada uno.
“Al llevarle el testamento a Jaime Labastida , que ya era director de la editorial, le negó toda validez , por no haberse cubierto las formalidades notariales , y traicionó en los hechos la voluntad expresa de Orfila. Al principio Labastida y Guadalupe Ortiz, gerente, lograron ponerse de acuerdo sobre el destino de las acciones y construyeron dos distribuidoras privadas de libros, Jorale y Jorandre (las iniciales de los nombres de sus hijos) que se repartían el mercado”.
Y agregan que “cuando la ambición desató la guerra entre ellos, las acciones quedaron en manos de Labastida. Nunca informaron a los accionistas; nunca se supo cuantas acciones eran de Orfila. Poco a poco, Labastida empezó a acumular más acciones: a algunos les dio una bicoca por las suyas; en otros casos, de mayor envergadura como las de FCE, pidió un préstamo a la propia editorial para comprarlas. Labastida realizó muchos otros negocios, con espíritu netamente mercantil, algunos de los cuales resultaron fallidos, como la compra de una editorial española que incluso puso en riesgo a Siglo XXI”.
Además, puntualizan que Siglo XXI Editores “nació como un grito de libertad frente al aniquilador despotismo del Estado mexicano”, y que en 1965, ese grito llevó a cientos de escritores, intelectuales, científicos y profesores a unirse en forma desinteresada para apoyar a Arnaldo Orfila, “un editor notable, de firmes convicciones y apasionado compromiso con lo mejor del pensamiento nuestro y con el cambio social”.
Orfila, que dicen, fue expulsado sin razón de la dirección del Fondo de Cultura Económica, fundaron Siglo XXI como un espacio libre, dedicado a compartir saberes y culturas, abierto al pensamiento crítico, con el empeño persistente por publicar libros editorialmente impecables, que nunca fueron vistos como mercancía y mucho menos como negocio.