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Sharjah. —Diez ilustradores mexicanos obtuvieron reconocimiento internacional en el Festival Infantil de Lectura en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos, al ser seleccionados como expositores del Pabellón de Ilustración, dedicado a propuestas para niños, provenientes de todo el mundo.
Un stand circular, cubierto por obras de la mexicana Mariana Alcántara Pedraza, alberga las ilustraciones de 338 dibujantes, entre los cuales se encuentran Flavia Zorrilla, Madalena Matoso, Carlos Alberto Badillo Cruz, Luisa Fernanda Arellano Ruiz, Carolina Banuelos, Juan Palomino, Armando Fonseca, Amanda Mijangos y Esmeralda Ríos, quien es la ganadora del tercer lugar del concurso Sharjah Children’s Book Illustration Exhibition y ofreció en el festival un taller de dibujo a niñas y niños.
La obra de los ilustradores mexicanos, junto al resto de la colección internacional se publicó en el catálogo de Sharjah Children’s Book Illustration Exhibition.
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La situación contrasta con lo que los ilustradores viven en México, ejemplo de ello es la reciente denuncia de la convocatoria de la SEP que no pagaba su trabajo.
“Tengo muchas emociones. Aún no me la creo, estoy muy contenta por el premio. Me tiene también muy nerviosa porque me pone la meta de trabajar más, de comprometerme con mi obra”, cuenta Esmeralda Ríos acerca este reconocimiento internacional.
Además de cuatro mil dólares, un trofeo y un incentivo para seguir creando, entre los premios del concurso de ilustración estaba ser invitada especial del Festival y ofrecer un taller de ilustración a niños, actividad que fue todo un reto para la ilustradora mexicana. La planeación, investigación de la cultura árabe y el cómo lograr que la actividad fuera universal no fueron las únicas situaciones complejas, sino también la comunicación.
“Mi inglés no es el mejor y, luego, acá el inglés es diferente; además no todos los niños lo hablan, entonces había que hacer traducción al árabe”, comenta Esmeralda Ríos sobre su experiencia.
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Contrastes que viven los ilustradores
La diversidad de temas, estilos y técnicas propuestas lleva a Esmeralda Ríos a reflexionar sobre la situación que vive el gremio de ilustradores en México. “Creo que la muestra pone énfasis en las técnicas experimentales, cosa que se hacía en México. Lo hemos ido dejando porque al mercado mexicano no le interesa y va centrándonos en un sólo estilo, pero esto me hace ver que podemos entrar a otros mercados”.
Ríos cuenta con una larga trayectoria en el ámbito, es autora de libros como El gato que come estrellas, es profesora de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y fue presidenta de la Asociación Mexicana de Ilustradores, por lo que no se toma su trabajo a la ligera. Para ella, ilustrar libros no es equivalente a hacer “dibujitos” al azar, sino un trabajo con una gran responsabilidad.
La oportunidad que vive en el Festival en Sharjah —encuentro cultural único en su tipo en Medio Oriente— no existe en México; los ilustradores de libros infantiles hoy se enfrentan a un panorama desolador.
Esmeralda Ríos considera que, a partir de los recortes culturales en el actual gobierno y su política de austeridad, se cerró el único espacio similar que existía en México: el concurso de ilustración de la Feria del Libro Infantil y Juvenil; recuerda que aunque el valor monetario del premio no se compara con el que otorga el emirato, el galardón mexicano impulsaba no sólo el intercambio cultural, sino la profesionalización de los ilustradores a través de talleres y master classes.
“Estábamos agarrando impulso, aún faltaba mucho, pero esta convocatoria fue como topar con pared y rebotar. Realmente retrocedimos”, declara Ríos a propósito del reciente llamado de la SEP que causó la indignación de artistas por pedir ilustraciones para el rediseño de Libros de Texto Gratuitos a cambio de una constancia con valor curricular y un ejemplar del libro ilustrado.
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La propuesta de la SEP evidenció algo que venían padeciendo los ilustradores: la subestimación de su trabajo que conlleva la precarización de éste.
“Tenemos esta tendencia de pensar que los dibujitos —porque ni son dibujos ni ilustraciones, sino dibujitos— se usan para que cualquiera pueda leer. No se piensa que hay algo profesional detrás; que se necesita saber leer imágenes, tener ciertos códigos para entender qué significa una composición”, detalla Ríos al hablar sobre el detrás de escenas del trabajo del ilustrador. “No somos pintores, no somos dibujantes, no somos caricaturistas ni historietistas; es muy específico el trabajo del ilustrador, así como lo es el del pintor, etcétera”, agrega.
Añade que el verdadero error de la SEP está en hacer libros educativos “al vapor” y en no decir a dónde irá el dinero que no se usará en el rediseño. “Esos libros siempre han sido pagados, sabemos como gremio que existe un presupuesto asignado, entonces lo que peleamos es ¿a dónde se va a ir? (...). Las autoridades que están detrás de la convocatoria no están trabajando gratis”.
Difundir la obra de los ilustradores
El Festival Infantil de Lectura en Sharjah tiene especial interés en difundir la obra de ilustradores, al considerarlos un elemento fundamental en la cadena de la producción de libros.
Para 2022, el emirato mantendrá ese enfoque durante su estancia como invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde presentará la obra de ilustradores emiratíes, adelanta Ahmed bin Rakkad Al Ameri, Autoridad del Libro de Sharjah, en entrevista con EL UNIVERSAL. “Tenemos un programa cultural muy fuerte y rico. Espero que todos los mexicanos puedan disfrutar lo que les presentaremos”, agrega.
El Pabellón de ilustradores es tan sólo uno de los atractivos del Festival Infantil de Lectura en Sharjah. El encuentro ofrece más de 300 actividades en torno de la lectura y la ilustración, y donde además se busca despertar el interés hacia las ciencias.
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Con actividades como construir rovers para explorar Marte con piezas de Lego; conocer las bases de la ingeniería civil con la edificación de estructuras miniatura con materiales de construcción reales; diseñar aplicaciones para celulares con el lenguaje de programación Python y desarrollar tecnología con impresoras 3D, el emirato cultural por excelencia de los EAU confirma que busca ser más que una potencia petrolera, y que quiere ser un estado cultural y científico.
Ahmed bin Rakkad Al Ameri dice que el objetivo de la feria es alentar a los niños a explorar la ciencia y la cultura desde una perspectiva divertida, que impulse la imaginación, énfasis bajo la cual se desarrolló el Festival.
Aunque realizar el Festival Infantil de Lectura en Sharjah de forma presencial es un gran logro para las autoridades, esto plantea limitaciones, como que tenga que ser a menor escala, dado que además del aforo limitado, el centro de convenciones que es sede del Festival también funge como centro de vacunación contra el Covid-19; a la fecha, en los EAU ya se ha vacunado al 39% de la población.
Por las mismas medidas de prevención, los espacios destinados para talleres, conferencias y obras de teatro fueron diseñados especialmente para un aforo limitado: consiste en pabellones circulares miniatura, que mantienen entre sí una distancia considerable. También se aplican los ya conocidos filtros de seguridad, donde se comprueba el registro previo y la temperatura; aunque para asistir a eventos masivos es necesario comprobar que ya se está vacunado, el Festival no solicita ese requisito.
39% DE LA POBLACIÓN de los Emiratos Árabes Unidos ya se ha vacunado contra el Covid-19
Frases
“No se piensa que hay algo profesional detrás; que se necesita saber leer imágenes, tener ciertos códigos para entender qué significa una composición”. Esmeralda Ríos. Ilustradora.
“El objetivo de la feria es alentar a los niños a explorar la ciencia y la cultura desde una perspectiva divertida, que impulse la imaginación”. Ahmed bin Rakkad Al Ameri. Autoridad del Libro de Sharjah
