“He comprendido a lo largo de mi vida que el quehacer poético debe ser como en la antigüedad, como en el primer y segundo renacimiento, donde deben estar las artes integradas”, aseguró el poeta , recién designado ganador del , durante el homenaje por sus 85 años de vida y más de medio siglo de trayectoria, que le rindieron en la Sala Manuel M. Ponce, del .

En un evento en el que estuvo su familia, amigos y lectores como las poetas Carmen Nozal, Mariana Bernárdez, y el escritor Jorge Ruiz Dueñas, Oscar Oliva fue definido como una figura fundamental en las artes y la literatura de México, un poeta que escudriña con sus letras la perplejidad del observador y un poeta que tiene “la hoguera perfecta para avivar las palabras”.

Jorge Ruiz Dueñas señaló que con su obra Óscar Oliva “da testimonio de cómo la existencia se acopla a nimios e inconmensurables hechos; el pasado, el presente y el futuro inasible son uno bajo su mirada sosegada por tanto explorar las emociones y resignificar las experiencias”.

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Sobre su obra poética publicada a lo largo de más de seis décadas, Ruiz Dueñas dijo que mantiene a través de su lectura una evolución permanente. “Oliva ve su sendero como aquel viaje a bordo de un automóvil iluminado de poesía. Poeta de las generaciones por nacer y de otros adelantados que resucitan con la velocidad, ha de revelarles alteradas formas de construir. En otras palabras, Óscar Oliva como próspero al final de la jornada sobrevive a su propia tempestad, transcurre amorosamente a su dominio rodeado de cordelias. Ha perseguido el poema total”.

Homenaje a Óscar Oliva, el poeta que aviva las palabras
Homenaje a Óscar Oliva, el poeta que aviva las palabras

Foto: INBAL

Por su parte, Mariana Bernárdez destacó el impacto que la obra poética de Oliva causó en ella, gracias a su capacidad inventiva, “a su modo de prosar el poema para fracturar y transgredir lo terrible, por su capacidad para establecer un diálogo explícito, como una tradición heterogénea que va desde los griegos, lo medieval, lo místico, lo barroco, lo hermético, la poesía de Oriente hasta las propuestas contemporáneas.

“Es un poeta que descubre otras formas de habla, otros sonidos, rutas inéditas de conocimiento donde la respiración y su compás para eclipsar la ambigüedad. La poesía llega a existir en el despertar, en la respiración, solo por la necesidad de establecer contacto en el despertar, y en la respiración de otros lenguajes...”, dijo la poeta.

En tanto que Carmen Nozal celebró en el trabajo literario, el compromiso social de Oliva, donde ha planteado temas sociales y profundos de transformación en la humanidad, “es el poeta de la congruencia y está comprometido con la naturaleza”, dijo y agregó que, a la par de narrar el mundo a través de sus versos, el aspecto imaginativo e intrínseco en el legado literario del autor es un punto fundamental también dentro de su obra.

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“De una u otra manera la poesía siempre debe desarrollarse en imágenes, frases expansivas que nos nace en direcciones múltiples y de semejantes sentidos. Así, la poesía de Óscar Oliva nace de su interior y se suma a la visión externa que tiene sobre todo lo que nos rodea”, señaló Nozal

Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, quien le entregó el reconocimiento, señaló que Óscar Oliva es uno de los poetas vivos más significativos en el acontecer literario de México; dijo que es su poesía devela y revela el paisaje de Chiapas, donde encuentra, dentro de sí, la poética del aire, la naturaleza, esa tierra donde se transforman los colores de las montañas antes y después de la lluvia

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