Guanajuato. Gto. A casi seis meses de su muerte, que se cumplirán el próximo 6 de abril, Carlos Ulises Mata, el poeta y experto en la obra de , relató que hoy saben, por noticia directa de la viuda del ensayista, la escritora Verónica Murguía, que hay libros póstumos en los que trabajaba el poeta, crítico literario y periodista cultural de EL UNIVERSAL. “Sabemos que hay en su computadora libros que no se han publicado y que llegarán a la imprenta en los próximos meses, en los próximos años”.

David Huerta no era un intelectual unidimensional, por el contrario, no sólo fue una figura poética que cruzó a muchas generaciones, además fue un crítico muy duro de la realidad, muy reflexivo y muy sensible, un traductor y ensayista incisivo, reconocieron dos de sus alumnos y amigos: Carlos Ulises Mata y David Ortiz Celestino, en el conversatorio Homenaje a David Huerta “Un poeta incurable”, que se realizó como parte de las actividades de arranque la de 65 Feria Internacional del Libro de la Universidad de Guanajuato, que concluye el 2 de abril.

“Tuvo alma de poeta”, dijo Ortiz Celestino, quién recordó que David Huerta, fallecido en octubre, pasado, fue un maestro para muchas generaciones de gente muy cercana, muchos contemporáneos como Luis Vicente de Aguinaga, Víctor Cabrera, Carlos Ulises Mata, Fernando Fernández, Julián Herbert y Ángel Ortuño, que le tenían una admiración a David, a quien veían como un maestro, y genuinamente David a ellos les decía que eran también sus maestros, “y no lo decía de dientes para afuera, lo decía porque lo sentía”.

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A casi seis meses de su muerte, el poeta mexicano fue homenajeado. 
Foto: EL UNIVERSAL / Yanet Aguilar
A casi seis meses de su muerte, el poeta mexicano fue homenajeado. Foto: EL UNIVERSAL / Yanet Aguilar

Durante el encuentro celebrado en la Universidad de Guanajuato, Carlos Ulises Mata, quien es también uno de los expertos en la obra de Efraín Huerta, padre de David, aseguró que realmente David Huerta fue un poeta temprano, pues aunque antes de que David publicara su primer libro, en 1972, titulado “El jardín de la luz”, en la colección Poemas y ensayos de la UNAM, publicó sus primeros poemas en una revista de la Universidad de Guanajuato, en abril de 1970, cuando todavía no cumplía 20 años.

“¿Que otra justificación necesitamos para hacer este homenaje si hace 52 años inició la relación de David Huerta con la poesía y con nuestra institución? Ese joven poeta, en el 71, antes de publicar su primer libro, recibió un premio que tiene un nombre significativo, un premio que ya desapareció, el Premio Diana Moreno Toscano a la promesa literaria, David tenía 20 años y se lo entregó Octavio Paz. Esta promesa literaria se cumplió pronto porque en 72 publica su primer libro”, señaló Mata, quien agregó que en 2022, el año de su muerte, David Huerta había cumplido 50 años de actividad y de creación poética.

Al hacer una semblanza literaria y veloz de David Huerta, Mata abundó: “Por cierto, los poemas que publicó en su primer libro, antes de publicarlos se los envío en una carta privada a José Lezama Lima. Y en unas cartas privadas de las que me acaban de regalar unas fotocopias remitidas por Lezama, fueron elogiados esos primeros poemas de David. David tenía 20 años”, Confió Mata.

Dijo además que David Huerta es un poeta que cubre 50 años de la poesía mexicana con su creación, pero no es solamente poeta. Y a partir de la pregunta: ¿Cuáles son las otras facetas que David desarrolló?, Mata dijo que son muchas y están un poco ensombrecidas por el hecho de pensar que David es sólo poeta y además que el gran poema de David Huerta es “Incurable”. Ese gran poema de 384 páginas, con tipografía apretada, que dijo, sin duda cambio la poesía mexicana.

“Pero David no es sólo eso, David es un importante periodista literario, es también un importante crítico, a través de un par de columnas que tuvo en la Revista de la Universidad de México, “Aguas aéreas”, que también la tuvo en “Proceso”, pero también hay una parte secreta del ensayismo de David, que se podrían hacer por lo menos cuatro libros importantes con textos que David no firmaba”, señaló Mata.

Recordó que Huerta trabajó como editor en el Fondo de Cultura Económica, en editorial Siglo XXI, y en Ediciones Era. “¿Qué hacía David?, escribía estos textos que están en las cuartas de forros que normalmente no tienen firma. “Roberto Calasso, el escritor dijo que en italiano se llaman los risvoltos, el risvolto es la cuarta de forros y tiene toda la dignidad literaria del ensayo, David pudo haber escrito probablemente mil risvoltos, que están ahí, que los leemos pero que no sabemos que son suyo. Es una parte del ensayo que tendríamos que rescatar”.

Pero, además, Carlos Ulises Mata citó otra faceta más de David Huerta: traductor. Traductor de poetas fundamentalmente, pero también traductor de novelas, de relatos y de libros de ensayos, sobre todo para el Fondo de Cultura y para Siglo XXI, uno muy importante es la traducción que David hizo, no porque se la hayan encargado, de “El caso Tuláyev”, de Victor Serge.

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“Traducir ese libro representaba para él un cumplimiento de una especie de deber moral, ‘El caso Tuláyev’ relata los procesos de Moscú, los procesos de la represión estalinista, porque le interesa y porque él conoció además al hijo de Victor Serge, fue gran amigo del pintor Vlady, pues en español esa obra la conocemos en español con las palabras de David Huerta”, dijo Mata.

El investigador y también poeta citó una cosa más que vincula a David Huerta con Guanajuato: “David Huerta fue un extraordinario profesor, un profesor que enseñaba en las aulas y en las cantinas, aunque al final de su vida ya no bebía, pero nos acompañaba a las cantinas, y enseñaba en las universidades. Uno de sus grandes galardones de orgullo es haber sido profesor fundador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, y haber sido profesor también, hasta antes de su muerte, tanto de la UACM, como de la Universidad Nacional Autónoma de México”.

Por último, Carlos Ulises Mata citó una serie de cursos que durante la década de los 90 realizó en Guanajuato, “David inventó una cosa que se llamaban los cursos de literatura. Los cursos de literatura de David Huerta nadie sabe decir cuántos fueron y eso hace que sean míticos, no sabe si fueron nueve, si fueron diez, si fueron doce”, pero marcaron a varias generaciones de poetas y de escritores.

Hasta el próximo 2 de abril, en la Filug se darán cita editores, académicos, creadores y artistas, y se llevarán a cabo presentaciones artísticas, proyecciones cinematográficas, talleres y ponencias, que presentarán la agenda cultural de la Universidad de Guanajuato.

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melc

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