La, reflexionó este sábado sobre sus primeras incursiones en la escritura al recordar un cuaderno de poemas que escribió cuando tenía ocho años. Con tono introspectivo, relató cómo esos primeros versos, creados en un momento de profundos cambios en su vida, fueron el punto de partida de su recorrido literario.

En su discurso de aceptación del importante galardón, pronunciado en la Academia Sueca de Estocolmo, la autora mencionó: "Los versos que escribía eran apropiadamente inocentes y sin pulir, pero uno de los poemas de abril llamó mi atención. Comenzaba con las siguientes estrofas:

"¿Dónde está el amor?
Está dentro de mi pecho palpitante.
¿Qué es el amor?
Es el hilo de oro que conecta nuestros corazones."

Kang explicó que, catorce años después de escribirlo, publicó su primer poema, seguido de un cuento al año siguiente, lo que la llevó a convertirse en escritora. A esos primeros logros continuó su primer trabajo de ficción, una obra en la que dedicó tres años de su vida y durante la cual exploró el proceso creativo, aunque fue la novela el formato que más la atrajo.

Han Kang realiza un recorrido por sus obras, reflexionando sobre cómo, a lo largo de su carrera, comenzó a cuestionarse profundamente sobre el amor y la violencia. Foto: Pontus Lundahl/TT News Agency via A.
Han Kang realiza un recorrido por sus obras, reflexionando sobre cómo, a lo largo de su carrera, comenzó a cuestionarse profundamente sobre el amor y la violencia. Foto: Pontus Lundahl/TT News Agency via A.

"Mis libros me han llevado entre uno y siete años en completarse, durante los cuales he intercambiado porciones considerables de mi vida personal. Esto es lo que me atrae del trabajo. La manera en que puedo adentrarme y habitar las preguntas que siento son imperativas y urgentes, tanto que decido aceptar el intercambio," añadió.

La autora de "La clase de griego" compartió su constante curiosidad, revelando que su vida está marcada por la búsqueda de respuestas. Según dijo, "para entonces, ya no soy la misma que cuando comencé, y desde ese estado cambiado, comienzo de nuevo. Las siguientes preguntas siguen, como eslabones en una cadena, o como fichas de dominó, superponiéndose, uniendo y continuando, y me siento movida a escribir algo nuevo."

Kang recordó su obra "La vegetariana" (2003-2005), que le permitió cuestionarse sobre el rechazo de la violencia y las consecuencias de negarse a pertenecer a la "especie humana". También hizo referencia a "Tintas de sangre", obra que siguió a "La vegetariana" y que profundiza en su reflexión sobre el rechazo a la vida y el mundo para rechazar la violencia.

"Mientras escribía la escena final, describiendo cómo la protagonista arrastraba su cuerpo por el suelo para escapar de la muerte y la destrucción, me preguntaba: ¿No debemos sobrevivir al final? ¿No deberían nuestras vidas ser testigos de lo que es verdadero?" expresó.

Asimismo, la escritora mencionó su quinta novela, "Lecciones de griego", y las obras posteriores, diciendo cómo se propuso el reto de escribir sobre "la luz y el calor". Fue entonces cuando se dio cuenta de que nunca había abordado el levantamiento de Gwangju, su ciudad natal, y encontró un libro de fotografías que mostraba a estudiantes y residentes asesinados mientras resistían al golpe militar. Esto la llevó a sumergirse en la historia y, una vez más, cuestionarse sobre la violencia y el dolor, conectando profundamente con sus lectores a través de "Actos humanos", obra que compartió esa angustia con ellos.

Recordó a su hermana mayor, que falleció dos horas después de nacer: “Seguiré escribiendo, aunque despacio. Pasaré más allá de los libros que ya he escrito y continuaré mi camino, hasta que rodee una esquina y descubra que ya no están en mi línea de visión. Tan lejos como me permita la vida.”

Desde su niñez, Han Kang se ha sentido atraída por el amor y el dolor que nos conecta. "Cuando escribo, utilizo mi cuerpo. Uso todos los detalles sensoriales de ver, escuchar, oler, saborear, sentir la ternura, el calor, el frío, el dolor, notar cómo mi corazón late más rápido, cómo mi cuerpo necesita comida y agua, caminar y correr, sentir el viento, la lluvia y la nieve sobre mi piel, tomar las manos. Trato de infundir esas sensaciones vívidas que experimento como ser mortal con sangre corriendo por mi cuerpo en mis frases. Como si estuviera enviando una corriente eléctrica."

Explicó que, cuando esa corriente fluye hacia el lector, experimenta lo que ella llama "el hilo del lenguaje", esa conexión que permite que sus preguntas lleguen a los demás.

Concluyó su discurso expresando: “Me gustaría expresar mi más profundo agradecimiento a todos los que se han conectado conmigo a través de ese hilo, así como a todos aquellos que puedan hacerlo en el futuro.”

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses