Más Información
Sheinbaum se reúne con Lemus; “trabajar al estilo jalisco es en coordinación con la federación”, expresa gobernador
Marko Cortés difunde infografía a favor de denominar terroristas a cárteles; el “primer paso es reconocerlo”, dice
Activistas rechazan colocación de cámaras trampa para fauna en Tren Maya; piden retirar mallas metálicas que obstruyen su paso
Revés al INE, juez niega retirar suspensión definitiva a reforma judicial; da 48 horas para acatar sentencia
Río de Janeiro.— Fragmentos de Luzia, el fósil humano de 12 mil años considerado una de la joyas más importantes de la colección del Museo Nacional de Río de Janeiro devastado por un incendio a principios de septiembre, fueron hallados bajo los escombros, anunció este viernes la dirección de la institución.
“El cráneo fue encontrado fragmentado. Ya encontramos prácticamente todo el cráneo y 80% de los fragmentos ya fueron identificados”, declaró Alexander Kellner, director del museo. También fue encontrado un fragmento del fémur.
Considerado el fósil humano más antiguo de Brasil, Luzia fue descubierta en 1970 en el estado de Minas Gerais en una misión dirigida por la antropóloga francesa Anette Laming-Emperaire.
A partir de su cráneo, un equipo de la Universidad de Mánchester, dirigido por Richard Neve, realizó una reconstrucción digitalizada de su rostro, que sirvió de base a una escultura sobre su hipotética figura.
Esta escultura quedó reducida a cenizas el 2 de septiembre, junto con la mayoría de las 20 millones de piezas del museo, pero los fragmentos originales del cráneo, conservados en una urna de metal en un armario, fueron encontrados.
“Los trozos fueron hallados hace unos días. Sufrieron algunas alteraciones, daños, pero estamos muy optimistas con lo encontrado y todo lo que esto representa”, declaró Cláudia Rodrigues, profesora del Museo Nacional, que participa en los trabajos de búsqueda.
Considerado el principal museo de Historia Natural de América Latina, el Museo Nacional, que celebró su bicentenario en junio, era conocido por la riqueza de su departamento de paleontología, con más de 26 mil fósiles.
El antiguo museo y palacio imperial abrigaba, por ejemplo, un esqueleto de dinosaurio descubierto en Minas Gerais y numerosos especímenes de otras especies extinguidas, entre ellas perezosos gigantes y tigres dientes de sable.