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La escena tuvo lugar en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil el pasado domingo, durante la mesa “Cambio de narrativas: roles y estereotipos en la literatura infantil y juvenil”, donde participaron Andrés Acosta y Martín López Brie, bajo la moderación de Everardo Pillado, y se abordó el tema de roles de género y sus respectivos estereotipos. Todo “parecía” ir bien hasta que entre el público una joven estudiante hizo evidente lo que los de la mesa no quisieron ver: que hablaban de género y que ahí en la mesa no había una mujer para tratar el asunto. “Habría estado bien incluir a una mujer y es grave que no se haya hecho”, insistió la estudiante. Sin embargo, en una feria para jóvenes y niños, abierta a todo el público, los comentarios no fueron muy bien recibidos ni por otros espectadores y tampoco por los ponentes, que se defendieron leyendo los nombres de las invitadas que habría a lo largo del día a otras actividades. El caso es que el tema fue más lejos y en lugar de propuestas hubo quien optó por el típico comentario en torno de los prejuicios del feminismo, palabra que nunca utilizó la estudiante, que sólo levantó la mano para reclamar presencia femenina en este tipo de encuentros. ¿Querrán escuchar?
Duelo en el INAH y en México
El asesinato en Sonora de la historiadora y especialista en el pueblo Yaqui, Raquel Padilla, cometido el jueves 7 de noviembre por su pareja sentimental —que ayer fue sentenciado a 45 años de prisión— causó un gran duelo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Así se constató el pasado sábado, durante el velorio, donde el antropólogo Diego Prieto, director del INAH, con la voz entrecortada, reiteró su tristeza por lo que pasó: “Estamos aquí para expresar nuestro dolor, rabia e indignación por lo que no puede volver a ocurrir. Raquel fue y supo ser una mujer como muchos de nosotros no sabemos ser hombres. Todos los días, en Hermosillo, en México y en muchas partes del mundo, las mujeres mueren víctimas de la desigualdad entre los géneros, de un machismo inadmisible”. Más allá de que se sentenciara al culpable, lo que expresó Diego Prieto recoge el sentir de muchos ante la violencia contra la mujer ¿Cuándo parará esa violencia?