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No deja de ser paradójico que una obra que José Luis Cuevas hizo efímera para desafiar la idea de David Alfaro Siquerios de un arte duradero, 53 años después llegue a una subasta. El Mural efímero (1967) ya no está completo; sobrevivieron dos partes que constituyen el fragmento que la casa de Subastas Morton ofertará el 18 de junio dentro de su subasta de Arte Latinomericano; el precio de salida, según el catálogo, oscila entre 1.5 y 2 millones de pesos.
La pieza resume el mito del personaje de José Luis Cuevas. Ha resultado muy emblemática por su condición efímera, por el hecho de que no aparezcan las cuatro partes y por su carácter pionero como obra de arte que involucró la publicidad para su promoción —Jacobo Zabludovsky fue impulsor de esta idea de Cuevas—; el Mural efímero además fue uno de los primeros happenings y se desarrolló en la Zona Rosa que, se dice, Cuevas bautizó con ese nombre. El mural estuvo en un edificio en la esquina de Génova y Londres, y fue inaugurado el 8 de junio de 1967.
En 2018, este fragmento del Mural efímero pudo verse en una exposición en el MUAC; Morton informó que el fragmento está formado por un autorretrato moviendo la mano, y una imagen de un jugador de futbol americano; ambas están sin firma y son técnica mixta sobre masonite.
Esa pieza no es lo único singular de la subasta; además de otros 116 lotes de artistas de México y Latinoamérica, no tiene precedentes el hecho de que será en línea, en vivo, pero totalmente a puerta cerrada: consecuencia de la pandemia. La puja será también una cita clave para advertir cómo está el mercado del arte en medio de la crisis. Visite https://www.mortonsubastas.com/
