La Gala Händel, con metales y percusiones de la y bajo la dirección del maestro Julio Briseño, será el 22 y 23 de febrero, a las 18:00 y 12:30 horas, respectivamente, en la Sala Silvestre Revueltas, Centro Cultural Ollin Yoliztli.

“El propósito principal es conjugar y ofrecer al público algo de lo mejor de la música barroca con uno de sus máximos exponentes, como es Händel, con el esplendor de los metales y las percusiones; las trompetas, los cornos y los timbales son siempre protagonistas muy importantes en la música más brillante del propio compositor”, explica Briseño y celebra la posibilidad de presentar en el idioma de los metales y las percusiones el “fantástico repertorio de la obra de este gran compositor”.

“Me puse a la tarea de realizar adaptaciones, arreglos y versiones que pudieran entrar en la estructura y el lenguaje artístico de este compositor. Estoy convencido de que no me gusta alejarme de la autenticidad de las ideas musicales, pero tampoco es prohibitivo que un cierto repertorio se pueda prestar para otro tipo de voces. En este programa tocamos dos arias importantísimas, una que es de una de las óperas muy importantes de Händel, Sémele, basada en la mitología griega. Posiblemente una de las arias más famosas, Where’er you walk, original para tenor y cuerdas, va a ser una versión muy distinta en esta ocasión. No vamos a tener tenor, en su lugar lo va a ocupar un instrumento solista del grupo de metales. Y en la segunda parte vamos a presentar otra de las arias famosas, Ombra mai fu, de la ópera Xerxes, en la que tampoco tendremos voz”.

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El director dice que, a nivel conceptual para él fundamental el tránsito de los instrumentos de metales al concepto vocal: “Es importante que el público pueda apreciar que los instrumentos de metal no solamente son aquellos instrumentos que le dan brillo a las grandes obras orquestales, como la Obertura 1812, de Piotr Ilich Chaikovski, o Cuadros de una exposición, suite de Modest Músorgski que tocamos el fin de semana pasado; también podemos ocupar una función más vocal, y no sólo eso, sino una función más ligera, que es lo que requieren varias de las obras de nuestro programa, como la Entrada de la reina de Saba, del oratorio Salomón, en donde uno puede escuchar una versión original con oboes y violines, y ahora será con trompetas y trombones”.

El gran reto, continúa, es aproximarse al sonido barroco, con un grupo que puede no ser considerado precisamente barroco por sí mismo. “Además, no usamos instrumentos antiguos, y ese es un reto para cualquier músico. Yo creo que un buen músico debe estar capacitado para poder hacer con su instrumento diversas expresiones y diversas ideas idiomáticas de la música y de toda la historia”.

Un trabajo que requiere una investigación previa y una exploración de los alcances y posibilidades de los instrumentos. “Hetratado de respetar las estructuras de las piezas, las tonalidades. En el caso del Concierto a dos coros no. 2 estamos ante una obra interesante que casi no se oye en México, una obra muy demandante para los cornistas. Se necesitan cornistas virtuosos y creo que vale la pena mencionar que, afortunadamente, en la Filarmónica tenemos una sección de cornos con artistas mexicanos talentosos que se van a enfrentar a este reto en las mejores condiciones posibles. Estoy seguro de que el público lo va a disfrutar”, concluye y celebra que se haya empezadoa dejar de interpretar a Händel con grandes masas corales y orquestales. “Esalgo que se volvió tendencia hace años. Se está recuperando la cordura. Yo creo que la música de Händel se entiende, se aprecia y se recibe mejor cuando se consigue transparencia y una menor densidad”.

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