Más Información
Guadalupe Taddei solicitará ampliación del presupuesto para la elección judicial a la Cámara de Diputados; “si funciona, estaremos mejor en calidad y resultados"
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
IMSS-Bienestar asegura mantener contratados a 2 mil trabajadores en entidades no adheridas al organismo
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
SSa llama a tomar medidas preventivas ante bajas temperaturas; pide proteger salud por temporada invernal
Los lectores se congregaron este viernes en la plancha del Zócalo para acudir de nueva cuenta a la Feria Internacional del Libro que, debido a la pandemia , no pudo realizarse de manera presencial el año pasado.
Todos los visitantes se sintieron seguros y el orden para ingresar a los stands fue controlado por el personal de las editoriales.
El Gobierno de la Ciudad de México instaló personal para ofrecer constantemente gel antibacterial en cada uno de los ingresos a los foros abiertos en donde se realizan las más distintas actividades, que, en total, serán más de 200 entre debates, conciertos, lecturas y presentaciones de libros.
Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
El señor Alfredo Rosas dijo este diario que la edición XXI de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo, que concluirá el próximo 17 de octubre, “es una oportunidad para poder salir y reactivar la economía”.
“Yo creo que estos eventos son necesarios, si tenemos los cuidados y la protección, nos lavamos las manos, usamos el cubrebocas, creo que deberíamos disfrutar todos de este momento”, dijo.
Para César uno de los expositores en esta feria del libro el regreso de los eventos culturales a la Ciudad de México "nos ayuda a salir de las rachas económicas que tuvieron que vivir en medio de la pandemia", pues muchos de los libreros de la ciudad se encuentran con deudas.
Añadió que esta edición es una oportunidad para reactivar la industria editorial que se vio afectada por la pandemia debido a que pocas personas están adquiriendo libros.
“Toda la cadena productiva del libro está dislocada. Aunque se ha intentado vender en línea, los resultados no han sido tan exitosos como quisiéraos. Dentro de todo este contexto, se están tomando las medidas, se está tratando de actuar responsablemente por parte de la autoridad”, comentó.
Otros antes dijeron sentirse cómodos alegres y seguros, por lo que recomendaron a las personas darse un tiempo para visitar la feria del libro y poder estar al lado de los libros.
Los visitantes consultados coincidieron en que si bien la economía no es la óptima, la necesidad de salir a reencontrarse con los espacios públicos, con los amigos, los vecinos, escuchar música en viva e incluso bailar, era ya urgente. El miedo al coronavirus, explicaron, no se ha ido, pero la vacunación los hace considerar que la vida "normal" ha regresado.
Para la XXI edición se habilitaron 292 stands donde estarán disponibles más de un millón de ejemplares pertenecientes a 120 mil títulos de poco más de 900 sellos editoriales.
La inauguración oficial del encuentro ocurrió por la noche, en el Foro Antonio Helguera, con un homenaje al monero fallecido en junio pasado.
La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum recordó al caricaturista por su humanismo, su compromiso social y su sentido del humor. Y lanzó una crítica a la organización de otras ferias.
Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
"Qué bueno que estamos juntos otra vez, que la pandemia va bajando y que podemos hacer la feria de manera presencial. Esta Feria, hermanda con Para leer en libertad, van con el siglo, solamente la XX se hizo a distancia. Es muy diferente a otras, hay ferias que se leen en los periódicos, que se ven en la televisión, pero que se cobra la entrada y los libros se venden a un precio muy poco accesible, se invita a Premios Nobeles, pero en realidad no fomentan lo que nosotros fomentamos, el derecho a la lectura", dijo.
Y añadió: "En este país lo que está cambiando es que se está convirtiendo en un país de derechos, en una ciudad de derechos. Dejó de haber privilegios, la educación deja de ser un privilegio, la salud deja de ser un privilegio, que es lo que quería el viejo régimen neoliberal. Y esta feria representa eso, que la lectura no es un privilegio sino un derecho, es el acceso a la lectura lo que estamos celebrando hoy".
fjb