Una petición en en la que se denuncia que la atenta contra la bibliodiversidad y margina a las , pero además pone en evidencia que el Fondo de Cultura Económica (FCE) monopoliza los espacios para las presentaciones, ha visibilizado lo que a todas luces se sabe desde años, desde que la Brigada para Leer en Libertad —asociación civil encabezada por Paloma Sáiz, esposa de Paco Ignacio Taibo II, quien dirige el FCE— regresó a dirigir la FIL Zócalo en tiempos de la llamada 4T. Las molestias se han agudizado en esta edición que concluirá el próximo domingo con más penas que glorias. No sólo ha sido desorganizada y pobre en novedades y abuso de venta de saldos, también y, eso es peor, tiene un evidente conflicto de interés al programar presentaciones de libros de funcionarios como Paco Ignacio Taibo II, director del FCE; Francisco Arce, director Editorial del FCE, con un libro ya presentado el año pasado en la misma feria; Martí Batres, exjefe de Gobierno de la ciudad, quien presentó su joya literaria Las frases de AMLO; e incluso una vieja funcionaria, Irma Eréndira Sandoval, quien presentó su viejo libro, publicado en 2009, Corrupción y transparencia: Debatiendo las fronteras entre Estado, mercado y sociedad, con comentarios de otro viejo amigo, Pablo Gómez. Los editores independientes sacaron cuentas y de las 147 presentaciones de libros, 22 son del Fondo de Cultura y 23 son pro 4T. Pero, ¿y la bibliodiversidad?, ¿y los libros en lenguas originarias que se supone ponderan?, ¿y el impulso a las editoriales independientes? Crece la exigencia para que cambien las políticas editoriales, y la demanda es: “¡Por una feria libre y plural!”

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