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La Feria del Libro de Frankfurt abrió hoy sus puertas al público en una edición en la que, con una renovada presencia hispanoamericana, se mezclan el comercio y el debate político en torno a temas como la libertad de expresión y las crecientes tendencias totalitarias en diversas partes del mundo.
Es claro que con sus más de 7 mil expositores de más de 100 países la esencia de la feria sigue siendo la venta de derechos de traducción y el corazón de la misma es el centro de agentes literarios, cerrado al público general.
Además, de cara al mercado alemán, las editoriales locales hacen actos para promocionar títulos que acaban de salir al mercado .
Sin embargo, la otra cara de la Feria, la del debate político, gana cada vez mas fuerza y en esta edición se han abierto nuevos espacios para ello.
Foto: EFE/ Friedemann Vogel
También está el programa de invitaciones de países que de otro modo tendrían dificultades asistir; este año ha regresado Cuba después de varios años y hay una visible presencia de editoriales africanas , lo que va más allá del comercio.
El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier , inauguró el Frankfurter Pavillon, un nuevo centro de debates de la Feria, junto con la escritora croata Ivana Sajko que destacó cómo la literatura fomenta la diversidad y la pluralidad.
"La literatura le da voz a historias que de otra manera no se escucharían", dijo la escritora Sajko.
Steinmeier, por su parte, admitió -el título del debate era " La defensa de la libertad en tiempos tormentosos "- que actualmente hay una "nueva fascinación por el autoritarismo en Europa" e instó a ser solidario con intelectuales que sean perseguidos por sus opiniones.
Foto: EFE/ Hayoung Jeon
" Los intelectuales incómodos no tienen por qué ser encerrados . Se les tiene que asegurar la libertad que les garantiza la Carta de los Derechos Humanos", dijo.
Más tarde, en otro debate y en otro de los centros de discusión en la Feria, estaba en el podio una escritora que sabe lo que es ser perseguida, la turca Asli Erdogan .
Asli -el que tenga el mismo apellido que el presidente turco es una coincidencia no exenta de ironía amarga- estuvo cerca de seis meses presa, por escribir artículos críticos sobre el Gobierno, en medio de la ola de represión tras el fallido golpe de Estado.
Hoy no se limitó a hablar de su propio caso -aunque empezó mostrando una bolsa de medicinas y dijo que tenía que tomar permanentemente tranquilizantes- y recordó que actualmente en Turquía hay 173 periodistas presos .
En el mismo debate, en el que estaban un representante de la iglesia evangélica alemana el obispo Volker Jung , y otro de Reporteros sin Fronteras Christian Mihr , se recordó que Turquía no es el único país de Europa en el que está amenazada la libertad de prensa.
Dentro de pocos días se cumple el primer aniversario del asesinato de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia , que había escrito sobre una trama de corrupción que involucraba a altas esferas gubernamentales.
En enero fue asesinado el periodista eslovaco Jan Kuziac , también tras escribir sobre negocios ilegales y haber sido amenazado.
Esos son casos extremos, como admitió Mihr, y aunque en Europa hay otros motivos para preocuparse por la libertad de prensa las quejas que haya en Europa, en particular, y en Alemania, en general, son "a un alto nivel".
Un motivo de preocupación en Alemania, dijo Mihr, son los actos de violencia contra periodistas en manifestaciones del movimiento ultraderechista Patriotas contra la Islamización de Occidente (Pegida) y del partido Alternativa para Alemania (AfD).
La presencia de editoriales, revistas y organizaciones de tendencias de ultraderecha es un tema que cada año genera debates y que a veces incluso produce tumultos.
Aunque el director de la Feria, Jürgen Boos , dijo que solo una editorial de ese tipo - Manuscriptum - está en este año, también hay otros expositores, como la revista "Junge Freiheit" o la "Biblioteca del conservatismo", que pertenecen claramente a ese espectro político.
De parte de la izquierda hay voces que critican que la Feria abra las puertas a esos expositores, mientras estos se quejan de que la organización de la Feria los relega a espacios donde pierden visibilidad.
nrv