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, hija de Mara Romeo y sobrina bisnieta de Frida Kahlo , anunció que recreará la casa roja de la pintora mexicana en el metaverso . El proyecto lo trabaja junto Ezel.life, compañía dedicada a los “activos digitales”, como los NFT's -versión digital de una obra de arte protegida por “blockchain”, lo que significa que son imposibles de duplicar-.
En un video publicado en el sitio web de la empresa, de Anda explica que uno de los ladrillos de la Casa Roja será extraído para ser “los cimientos del metaverso que va a ser duplicar esta casa”. En este material se puede observar cómo un trabajador extrae un ladrillo del inmueble ubicado en Coyoacán, a unas cuantas cuadras de la Casa Azul.
La descendiente de Frida Kahlo señala en “este nuevo mundo digital” las personas tendrán acceso a “los secretos de la familia, a los secretos de Frida Kahlo”.
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“El ladrillo físico y su NFT conecta la fundación de la casa roja en el mundo físico con el metaverso en el mundo digital”, se lee en un comunicado de Ezel.life.
Foto: Ezel.life
Aunque ni la compañía Ezel.life ni Mara de Anda lo dicen de forma explícita, el sitio de noticias de arte “Artnet News” reporta que la versión digital encriptada -o sea, un NFT- del ladrillo de la Casa Roja será vendido durante la semana del arte en Miami, Estados Unidos, que se realiza por estas fechas.
En el comunicado de la empresa se lee que durante las actividades de Art Basel Miami se llevará a cabo la presentación de un adelanto de la casa de Frida Kahlo en el metaverso en el Hotel Sagamore, así como videos exclusivos de la familia y la muestra de un NFT “que forma el cimiento del proyecto”.
La Casa roja, el otro hogar de Frida Kahlo
Foto: Ezel.life
La famosa Casa azul no fue el único hogar en la vida de Frida Kahlo.
También en Coyoacán se encuentra la casa roja, un inmueble donde también vivió la pintora mexicana, pero que no ha sido abierto al público. La propiedad perteneció a la madre de Frida, Matilde Calderón. Al morir Matilde, la heredaron sus cuatro hijas: Matilde, Adriana, Frida y Cristina.
"La Casa roja era donde Frida recibía a sus amantes: una especie de tapadero. Cuando se peleaba con Diego se iba de la Casa Azul y venía para acá. En esta casa no solo se encontró con Trotski, sino también con el pintor y escritor barcelonés Josep Bartolí, el fotógrafo estadounidense de origen húngaro Nickolas Muray o Isamu Noguchi, escultor californiano, entre otros personajes", relató Mara al periódico “La Nación” en 2019. En esta casa en la que sobrevivieron archivos, fotografías y objetos de la pintora mexicana, agregó.
En 1937 llegó a México el revolucionario León Trotski con su esposa, la ucraniana Natalia Sedova. Frida y Diego los hospedaron en la Casa Azul.
Más tarde -dicen algunos, aunque no hay tal consenso en los investigadores- Diego se molestó con Trotski al enterarse del amorío que estaba manteniendo con Frida. Se la que fuera la causa, a raíz del distanciamiento el político se va a vivir a una casa de la avenida Río Churubusco, donde comparte los días con su esposa. Ha quienes dicen que continúa manteniendo encuentros secretos con Kahlo en la Casa Roja, donde pasaban gran parte del tiempo en el sótano.
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Una tapa rectangular, que pasa disimulada con el resto del piso de madera, lleva por una pequeña escalera hacia un lugar vacío, con algunas piedras y polvo en el que apenas se puede pasar sin tocar el techo con la cabeza.
¿Qué es un NFT?
NFT significa token no fungible, en inglés “Non-Fungible Token”. Por definición, algo fungible es aquello que se consume y se puede intercambiar por otra cosa de igual calidad o valor. El ejemplo más próximo es el dinero, ya que aún al canjear un billete de 10 dólares por otros de baja denominación siempre se tiene el mismo valor.
En el otro extremo, lo no fungible es eso que no puede intercambiarse, ya que posee características tan valiosas que lo hace carecer de un par.
Así son los NFT, son vales digitales que acreditan que una pieza es exclusiva en su clase y, por lo tanto, su autor puede limitar su uso y copia, proteger su proveniencia y, lo que es más importante, resguardar su autenticidad en la red.
El secreto de estos criptoactivos se basa precisamente en eso: utilizan la misma base tecnológica de criptomonedas como el bitcóin o el Ethereum.
Los NFT están registrados en la cada vez más famosa cadena de bloques o “blockchain”, una gigantesca base de datos global de acceso público, sin particulares intermediarios e inmodificable, donde cada segundo se consignan de forma segura y transparente transacciones e intercambios en la red.
Según Makersplace, uno de los distribuidores de arte digital más grande de Estados Unidos, estos vales no fungibles están “indisolublemente ligados” a la obra a través de esta tecnología, lo que asegura “detalles importantes sobre la procedencia y la autenticidad de una manera que no se pueden falsificar”.
Con información de La Nación y EFE
fjb
