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Falleció el pintor Rafael Cauduro (Ciudad de México, 1950), informó la Suprema Corte de Justicia a través de redes sociales.
Por su parte, Arturo Zaldívar, ministro presidente de la SCJN lamentó la muerte del artista.
“Una enorme pérdida para el arte de México. Su mural en la SCJN será un grito permanente en contra de las injusticias. Mi pésame y un abrazo solidario para Liliana, Elena y Juliana. Descanse en paz”, escribió Zladívar en su cuenta de Twitter.
Entre las obras más destacadas de Cauduro se encuentran los murales que se encuentran en la Suprema Corte de Justicia (“Los siete crímenes mayores”, 2009), en el edificio Cauduro de la Condesa (“El condominio”, 2014), y en el metro Insurgentes (“Escenarios subterráneos”, 1990). Aunque hizo más que muralismo, pues fue un artista versátil que trabajó las técnicas de giclée, escultura, obra de gran formato, vidrio, caricatura y dibujo.
Cauduro estudió Arquitectura y Diseño Industrial en la Universidad Iberoamericana, de 1968 a 1972, y sólo cuatro años más tarde, en 1974, participó en su primera exposición en la Casa del Lago de Chapultepec, aunque fue hasta 1984 que se realizó una muestra individual suya en Bellas Artes.
Inició su carrera en la caricatura, para después abordar a través de la pintura sus intereses como su preocupación por el paso del tiempo, la condición efímera de lo humano, el erotismo, la vulnerabilidad y la necesidad de reconocernos como seres sociales que dependemos los unos de los otros, interpelando, a su vez, a su formación religiosa.
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Apenas este año, de febrero a junio, se realizó la exposición “Un Cauduro es un Cauduro (es un Cauduro)”, homenaje a los más de 50 años de trayectoria del artista mexicano, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
“Me entusiasma mucho saber que mis obras llegan a miles de miradas, han sido procesos de experimentación, simbolismos, mentira y fantasía. Cuando los espectadores se me acercan por correo, en un comentario o mensaje de redes, y me relatan el impacto que mi obra ha tenido en sus vidas, o que encontraron alguna inspiración, o lo que sintieron, eso es para mí la mayor satisfacción”, había dicho el artista con respecto a esa exposición.
“Para mí no es el maestro Rafael Cauduro: para mí es la persona con mayor capacidad de asombro en mi vida, alguien que puede apreciar hasta los más mínimos detalles y que me enseñó a asombrarme con la complejidad de una arañita; él me decía: 'la arañita tiene una vida, está esforzándose mucho en hacerla'. Pensando en ese recuerdo, veo cómo él siempre luchó por lo que creía, por darle una voz a quien no la tenía”, dijo en la presentación de esa muestra su hija Elena Cauduro Pérez. En esa presentación, el artista fue el gran ausente, pues se resguardaba como medida de precaución para evitar el contagio de Covid-19.
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