Con la intención de mostrar cómo el error también puede conformar un proceso y resultado artístico, el Laboratorio Arte Alameda presenta Otra visita a la escultura, un recorrido por 15 piezas de artistas pertenecientes a diversas generaciones y nacionalidades, las cuales problematizan sobre el sentido de la escultura y el arte en la era de la tecnología.
 
Conformada por gifs, apps, videos, esculturas e instalaciones, la muestra “surge de la idea de reconocer el error, de poner de relieve cómo basamos muchas situaciones que vivimos de forma cotidiana a partir de errores que hemos aceptado como convenciones y como verdades”, señaló la curadora de la exposición Violeta Horcasitas.
 
De acuerdo a un boletín del INBA, la idea curatorial “nació cuando me encontré un bot en Twitter”, el cual integra la obra Throwing pixels del artista estadounidense Jason Ronallo (1965).


“Es un bot que de manera automática y aleatoria va construyendo figuras a partir de algoritmos. Cada diez minutos intenta hacer una imagen de cuatro puntos, pero nunca lo ha logrado, simplemente concreta figuras geométricas aleatorias”, agregó Ronallo.

En la última sala del recorrido, la cual conjunta obra de los artistas más jóvenes, esto se puede ver, como es el caso de Sara Ludy (1980), quien con su obra explora el punto de fusión entre lo virtual y lo real, mediante el uso de enfoques centrados en la tecnología y conceptos espirituales.
 

Lo mismo sucede con Fireball, Mountain Light y Storm de la canadiense Lorna Mills (1987), tres gifs en los que el movimiento de una flama, una montaña bañada por la luz del sol y dos relámpagos sobreponiéndose, que se repiten de manera incesante debido al loop en que se exhiben, se sincronizan para coincidir con la duración de una respiración profunda.
 
“Es una exposición que trata de tender puentes, no solo generacionales o de nacionalidades, sino entre corrientes artísticas, pues trabaja con los artistas de Net.art, post-internet, nuevos medios: todos artistas contemporáneos, aunque muchos prefieren posicionarse dentro de estas nomenclaturas”, indicó Horcasitas.
 
Un aspecto que las hermana es que “las piezas apelan al descubrimiento del conocimiento a partir de la repetición”, como sucede en Otra visita de bulto con el escultor de Roberto García Hernández (1983).

La pieza está basada en una historieta en la que el protagonista, un escultor, queda desconcertado al darse cuenta de que su mayor obra de arte fue un residuo de mármol.

El artista mexicano replica el error del artista de la tira cómica en un intento sin sentido de lograr el mejor error posible. Son 365 intentos en yeso donde el artista, aunque sabe de lo inútil de la empresa, intenta rehacer la pieza-error que se ve en el dibujo de la historieta, ahora en escultura.
 
La muestra Otra visita a la escultura estará abierta al público hasta el domingo 2 de septiembre en el Laboratorio Arte Alameda.


akc

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