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Morelia, Michoacán. —“Queremos ser una explosión de energía. No sólo se trata de tocar, sino de que el público conecte con nosotros. Amamos ver a la gente bailar”, dice en entrevista Gipo Di Napoli, fundador de Bandakadabra. Son seis hombres que, vestidos con trajes negros y lentes oscuros, se dividen las percusiones y metales. Además del ya citado fundador, Daniele Raimondi, Elia Conti, Gipo Di Napoli, Jack Bertocchi, Paolo Inserra y Giulio Piola, llegaron el fin de semana a la Calzada de San Diego en el Centro de Morelia, después de que funcionarios, miembros del patronato y la directora del Festival de Música de Morelia (FMM), Verónica Bernal, inauguraran los tapetes florales de Patamban y anunciaran la representación de la matanza de Sahuayo, uno de los eventos tradicionales del estado.
Durante la segunda jornada del Festival, la orquesta toca, recorre y avanza paralela a la hilera de la exhibición de tapetes florales, escoltada por decenas de personas que las siguen bailando, como si se tratara de un pequeño desfile —atípico en México— de música balcánica.
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La agrupación originaria de Turín, Italia, que fue ganadora del Festival Cirque et Fanfares y se ha presentado en escenarios como el del Festival de la Canción de Eurovisión, hunde sus raíces, en primer lugar —explica Di Napoli— en la música balcánica, pero también en el swing, el techno brass y el techno atmosférico.
Fue en esta exploración donde encontraron un estilo que los hizo sentir cómodos. La alineación actual es breve, quizá tiene un año de haberse formado, aunque hay integrantes que se conocen desde hace más de una década. Lo que los unió, es casi evidente, fue ese volcarse hacia la música.
De dicha mezcla heterogénea resaltan los ritmos balcánicos, cuyos exponentes más famosos, no hace falta decirlo, son Emir Kusturica y Goran Bregovic, marcados por fuertes posturas. “La posición política de la banda es similar a la de Kusturica. Tenemos ideas muy claras sobre el mundo”, señala el percusionista y cuenta que uno de los integrantes es palestino y que la banda comparte su punto de vista: “Estamos en contra del bombardeo civil en Gaza. Estamos en contra del genocidio”, continúa, mientras cada músico levanta las manos.
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“México es bellissimo. En este momento somos mexicanos. Estamos muy felices y adoramos a la gente. El festival está bien organizado. La gente nos recibe mejor que en muchos eventos de Europa o de la misma Italia. Cuando regresemos a nuestro país hablaremos bien del Festival e incluso vamos a recomendar a otros artistas para que vengan a él”, afirma.
La orquesta tampoco es ajena a la música mexicana: conoce a Nortec Collective, Natalia Lafourcade y Sonido Gallo Negro, “grupo de cumbia al que amamos”, dicen y mencionan a ciertos artistas extranjeros que tuvieron una influencia notoria de la cultura del país. Se trata, en particular, de Lhasa de Sela y Beirut con el EP March Of The Zapotec / Holland. Aunque su afinidad fuerte y delineada —reiteran y concluyen— es con el balkan brass.