Una investigación inédita se exhibe en las salas del Antiguo Colegio de San Ildefonso, se trata de lo que podría considerarse como un capítulo borroso en la historia del arte mexicano: las obras de las exiliadas que huyeron a México por la Guerra Civil en España.

El título de la muestra es Exiliadas de España. Artistas en México y es resultado de una investigación que llevó más de 10 años a Yolanda Guasch Marí, catedrática de la Universidad de Granada (España). Primero se publicó el libro Mujeres artistas en México. Las generaciones del exilio español; ahora, en colaboración con su entonces asesor, Rafael López Guzmán, también profesor de la Universidad de Granada, su investigación trasciende las páginas para exhibirse por primera vez en lienzo y pintura.

Es una selección de 200 obras de arte, de un total de las 400 que rastreó Guasch Marí en las casas de los familiares de las artistas, con coleccionistas e instituciones, como el Museo Kaluz y el Ateneo Español de México. Se exhibe obra de 29 artistas entre las que se encuentran Alma Tapia Bolívar, Amaya Escalera, Carme Millà, Carmen Cortés, Elena Climent, Elena Verdes Montenegro, Elvira Gascón, Guadalupe Gaos, Josefina Ballester, Juana Francisca Rubio, Julia Giménez Cacho, Kati Horna, Loty de la Granja, Lucinda Urrusti, Manuela Ballester, María Teresa Toral, Marta Palau, Mary Martín, Montserrat Aleix, Nela Gaos, Paloma Altolaguirre, Puri Yáñez, Remedios Varo, Regina Raull, Rosa Ballester, Soledad Martínez, Teresa Martín, Teresa Olabuenaga y Yani Pecanins.

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Panel y esculturas de la artista Marta Palau, en la exposición Exiliadas de España. Artistas en México.  FOTOS: Gabriel Pano. EL UNIVERSAL
Panel y esculturas de la artista Marta Palau, en la exposición Exiliadas de España. Artistas en México. FOTOS: Gabriel Pano. EL UNIVERSAL

Lo que se logra con esta investigación es rescatar algunos nombres de artistas cuya presencia se había desvanecido con el tiempo.

“En la investigación había, evidentemente, artistas que sí formaban parte de los compendios mexicanos, pero había otras que habían desaparecido absolutamente de la historiografía y de la historia del arte. Por ejemplo, es el caso de María Teresa Toral, que como artista nace en México, o el caso de Julia Giménez Cacho, porque quizás su trayectoria en relación a otros artistas pues fue mucho más corta y también posterior”, dice Guasch Marí.

En el caso de Julia Giménez Cacho, madre del actor Daniel Giménez Cacho, se conoce menos su obra porque comenzó a pintar después de cumplir 40 años. Otros ejemplos de nombres rescatados son Montserrat Alés, de quien se comenzó a conocer información luego de haber fallecido, o Elena Verdes Montenegro, quien fue una artista fundamental en España durante la década de los 30, pero una vez llegada a México, se habló poco de su obra, detalla la investigadora.

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El recorrido de la muestra fue dividido en siete secciones, entre las que se abordan temas como la llegada de las exiliadas, la nostalgia por España plasmada en sus obras, así como la influencia de su país en su arte; la adaptación de las artistas, su participación en el movimiento muralista y la propuesta que trajeron al país, pues la mezcla entre lo mexicano y español dio pie a movimientos como el de la Ruptura.

“Hay un tema, que es el de las mujeres muralistas, que demuestra que las mujeres también se subieron a los andamios, se sabía que las mujeres habían participado, pero ¿cómo? Creo que lo que mostramos en la exposición con los bocetos de artistas como Elvira Gascón, en el proyecto de San Antonio de la Huerta, es muy interesante porque aquí se ven las cosas que hicieron. Esa parte tiene una cualidad muy especial, puesto que se puede visualizar algo que a priori no era tan fácil de ver, en el momento parecía que era una obra exclusiva de hombres”, comenta López Guzmán.

Eduardo Vázquez Martín, coordinador del Antiguo Colegio de San Ildefonso e hijo de la artista Mary Martín, explica que cuando se habla de arte del exilio español surge la duda sobre si considerar a los artistas como españoles o mexicanos. Pero a su parecer deben considerarse mexicanos, pues desarrollaron su obra en el país. El académico Rafael López Guzmán concuerda, aunque destaca la encruzijada a la que se enfrentaron este grupo de creadores:

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Panel y esculturas de la artista Marta Palau, en la exposición Exiliadas de España. Artistas en México.  FOTOS: Gabriel Pano. EL UNIVERSAL
Panel y esculturas de la artista Marta Palau, en la exposición Exiliadas de España. Artistas en México. FOTOS: Gabriel Pano. EL UNIVERSAL

“Digamos (que están) con un pie en cada orilla del río que les pasa por debajo, no saben para dónde va su vida, pero a la vez se sienten, de alguna manera, bien cimentadas en sus recuerdos, por un lado, y por el otro tienen la proyección de libertad que le otorga el país receptor, en este caso México. Yo te diría que son artistas que hay que estudiarlas dentro del interior del arte de México. Evidentemente la mayor parte de su trabajo se realiza en México y además interaccionan con lo que se está creando en México en ese momento. También son españolas, pero creo que lo más importante es que son creadoras con valores plásticos, de comunicación, de propuestas, de entendimiento de la sociedad, la historia y su contemporaneidad, que las hacen universales”.

ParaYolanda Guasch Marí, el debate de la nacionalidad no es prioritario, sino hacer la tarea de recordar que estas artistas forman parte de la historia del arte de ambos países. Esto hace ver a los investigadores que la exposición no es la conclusión de su proyecto, sino sólo el inicio, pues dicen que aún está pendiente por parte de la Academia y las instituciones difundir y documentar el trabajo de estas artistas, sobre todo en España.

“Hoy en día en España muchos de los artistas del exilio son desconocidos porque no se sigue el rastro de su trayectoria y porque no están en nuestras historias del arte, (y en el caso de) las mujeres, por el hecho de ser mujeres (no se han documentado). Ahí tenemos una labor muy importante como académicos, como investigadores y como instituciones culturales, que al final son los contenedores de la memoria y de la historia”, explica Guasch Marí.

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Panel y esculturas de la artista Marta Palau, en la exposición Exiliadas de España. Artistas en México.  FOTOS: Gabriel Pano. EL UNIVERSAL
Panel y esculturas de la artista Marta Palau, en la exposición Exiliadas de España. Artistas en México. FOTOS: Gabriel Pano. EL UNIVERSAL

La investigadora cree que además de la labor académica, el conservar la memoria de las artistas exiliadas depende en gran medida de la sociedad para hacer esta transformación en la historia del arte y sumar este capítulo.

Pero más que rescatar el nombre, López Guzmán señala que es fundamental estudiarlas a profundidad, más allá de su calidad de exiliadas, para “reivindicar su calidad estética y sus valores plásticos”.

“Eso es lo que yo creo que hay que hacer, y sobre todo por el tema de las mujeres, que ha estado más oculto en la historia, pues es más difícil ponerlo en su sitio y valor”, añade el académico español.

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Los catedráticos esperan que esta exposición también invite a reflexionar sobre la libertad de expresión y los errores del pasado:

“El tema de la migración es muy intenso. Se están produciendo migraciones muy importantes, desgraciadamente, y no hay una aceptación colectiva de la sociedad en su conjunto de estas migraciones forzadas, ya sea por razones políticas o económicas. Tenemos que aprender del ejemplo de lo pasado para intentar entender, potenciar y respetar tanto el presente como el futuro de las migraciones”, afirma Rafael López Guzmán.

Por eso, para los curadores era importante que la exposición iniciara poniendo rostro a las artistas exiliadas con la exhibición de retratos, así como las fichas de migración con las que ingresaron al país, que se han encontrado ya sea en el Archivo General de la Nación y en los archivos familiares.

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Próximamente se publicará un catálogo de esta exposición, que se inauguró en el marco del 85 aniversario del exilio español, en diciembre de 2024, pero que el público puede disfrutar hasta el próximo domingo 27 de abril.

Hoy, a las 17 horas, habrá un recorrido con el museógrafo de San Ildefonso, Ernesto Bejarano, para explicar a los visitantes cómo se montó la muestra.

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